Algunos primates pueden expresar dolor por la muerte de su bebé llevando el cadáver con ellos, a veces durante meses, un hallazgo con implicaciones sobre cómo estas especies experimentan emociones.
Publicado en Proceedings of the Royal Society B, los investigadores liderados por el UCL (University College London) recopilaron datos de anécdotas reportadas en 126 publicaciones sobre el comportamiento de los primates. En el estudio más grande de su tipo, los investigadores llevaron a cabo el análisis cuantitativo más extenso y riguroso hasta la fecha de un comportamiento conocido como “carga de cadáveres de bebés” en madres primates, analizando 409 casos en 50 especies.
Los primates pueden poseer una conciencia o ser capaces de aprender sobre la muerte con el tiempo.
La coautora del estudio, la antropóloga Alecia Carter, dijo en un comunicado: “Nuestro estudio indica que los primates pueden aprender sobre la muerte de manera similar a los humanos….lo que no sabemos, y tal vez nunca lo sepamos, es si los primates pueden entender que la muerte es universal, que todos los animales, incluidos ellos mismos, morirán”.
Vínculos madre-hijo
Algunas madres primates pueden necesitar tiempo para lidiar con su pérdida, así como lo hace un humano. Lo que demuestra cuán fuerte e importantes son los vínculos maternos para los primates y los mamíferos en general.
Se encontró que el 80% de las especies en el estudio realizaban comportamientos de transporte de cadáveres. Se descubrió que el comportamiento ocurre con mayor frecuencia en los grandes simios del Viejo Mundo, que también llevaron a sus bebés después de la muerte durante periodos más prolongados.
Los investigadores encontraron que las madres más jóvenes tenían más probabilidades de llevar a sus bebés después de la muerte. Los bebés se transportaban durante más tiempo cuando morían a edades más tempranas.
Las madres que estaban más unidas a su bebé al morir llevan el cadáver por más tiempo, y que las emociones posiblemente juegan un papel importante, mencionó la coautora del estudio Elisa Fernández Fueyo.
Los autores reconocen que su estudio puede tener varias limitaciones, por lo que dan pie a una colaboración en un sitio web ‘ThanatoBase” que invita a los a investigadores a contribuir en esta investigación.