Médicos tratan con éxito a paciente que presento coágulos de sangre después de ser inyectado con la vacuna Johnson & Johnson para COVID-19.
Una paciente por lo demás sana de unos 40 años llegó al departamento de emergencias del Hospital UCHealth de la Universidad de Colorado doce días después de recibir la vacuna Johnson & Johnson con dolor de cabeza, mareos y cambios en la visión.
A principios de abril se administró bivalirudina al paciente, una alternativa a la heparina y los autores escriben que “los primeros resultados de este paciente sugieren que la bivalirudina puede ser una alternativa segura a la heparina en pacientes que muestran una presentación compatible con VITT”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades detuvieron por un corto tiempo la aplicación de la vacuna Johnson & Johnson para COVID-19 para investigar la rara coagulación provocada después de la aplicación.
El objetivo de la pausa era investigar el tratamiento de los pacientes que presentaron un trastorno de la coagulación de la sangre conocido como trombosis con síndrome de trombocitopenia (TTS) o trombocitopenia trombótica inducida por vacunas (VITT).
Este trastorno provoca coágulos de sangre en las venas del cerebro, y también da un recuento de plaquetas muy bajo.
Normalmente los coágulos son tratados con un anticoagulante conocido como heparina. El problema está en que la heparina en raras ocasiones causa una reacción autoinmune que conduce a problemas como recuento bajos de plaquetas, por lo cual no se recomendó por los CDC usar el anticoagulante para tratar la VITT.
El caso principal
El caso fue de una paciente de 40 años que fue vacunada y a los cinco días presento dolor de cabeza, dolor muscular y dolor de garganta. Ocho días mas tarde acudió de emergencia a un centro de atención en el cual le recetaron antibióticos, corticoesteroides y relajantes.
Los dolores de cabeza lejos de irse empeoraron, llegando a mareos y sensibilidad a la luz llevándola a hospitalización 12 días después.
Se le diagnostico VITT y la trataron con bivalirudina, un anticoagulante, luego de esto su recuento de plaquetas aumentó, el dolor de cabeza y los coágulos desaparecieron, dándola de alta seis días después.
La vacuna Oxford-AstraZeneca también ha presentado raros casos de coagulación sanguínea, pero gracias a que ya se han presentado casos similares se puede estar más preparados para futuros casos.
Esto lleva a las personas a estar más tranquilas por vacunarse, sin olvidar que la vacuna es un gran paso para lograr combatir la pandemia y regresar poco a poco a la “normalidad”.