Los cinco sabores primarios son dulce, amargo, umami, ácido y salado, y en general los genes del receptor del gusto están presentes en todos los vertebrados. Los cetáceos son el primer grupo de mamíferos que se estudia que solo pueden saborear sal.
Después de analizar los genomas de 15 especies, incluyendo las ballenas y los delfines, los científicos chinos descubrieron una masiva pérdida de cuatro de cada cinco de los genes receptores del gusto.
Los genes no se fueron, pero sí se destruyeron por las mutaciones. La pérdida de sabor amargo es una sorpresa, ya que las toxinas naturales suelen tener sabor amargo. El siguiente paso es averiguar por qué las ballenas pudieron permitirse perder los sensores de los demás sabores y porque conservaron únicamente el de lo salado.
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