Un equipo de científicos se ha mostrado sorprendido después de observar a un grupo de urracas australianas ‘altruistas’, esto después de que colaboraran entre ellas para lograr retirar los rastreadores GPS que les habían sido colocados
Los científicos mencionan que es la primera ocasión en que se ha podido observar un comportamiento de esta naturaleza en esta especie.
El equipo de ornitólogos se encontraba realizando las pruebas piloto de un novedoso rastreador GPS para monitorear el movimiento de aves, cuando se sorprendieron al observar los resultados obtenidos, ya que descubrieron que las urracas australianas (Cracticus tibicen) empleadas para comprobar su efectividad, habían trabajado de manera grupal para lograr liberarse del dispositivo.
Los expertos mencionan al respecto:
“Extraordinario comportamiento social, no contabamos con ello”.
Acorde a lo expresado por los investigadores, el objetivo primordial de los ensayos era lograr un mayor aprendizaje sobre los patrones de movimiento y la dinámica social de esta especie, y probar su novedoso instrumento, el cual fue diseñado especialmente para poder ser recuperado sin necesidad de recapturar al ejemplar estudiado.
Sin embargo, los ejemplares elegidos encontraron de forma rápida un punto débil en el sistema de sujeción magnética del arnés de este y, tras colaborar mutuamente, consiguieron romperlo y quitárselo en poco tiempo.
Aunque se tenía conocimiento de que estas aves son criaturas inteligentes y altamente sociables, es la primera ocasión que se observa en ellas un comportamiento de esta índole, en la que un miembro del grupo asiste a otro sin obtener una recompensa inmediata y tangible, una actitud considerada entre los seres humanos como altruismo.
(a) Fotografía del arnés y del rastreador (b)-(d) Diagramas de cómo se desprende el arnés una vez que entra en contacto con un imán. El círculo blanco indica el punto débil del arnés.
Dominique Potvin, coautora del estudio, en el artículo publicado mencionó al respecto:
“Durante el estudio piloto, descubrimos lo rápido que se unen las urracas para resolver un problema. A los 10 minutos de colocar el último rastreador, atestiguamos cómo una hembra adulta sin el dispositivo trabajaba con su pico para intentar quitarle el arnés a un ejemplar más joven […]. A las pocas horas, la mayoría de los otros rastreadores habían sido retirados”.
Aunque los resultados obtenidos fueron distintos a los esperados, señalan los ornitólogos: el comportamiento documentado “demuestra gran cooperación y un nivel moderado de resolución de problemas, proporcionando una prueba más de las potenciales capacidades cognitivas de esta especie”.
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