El grupo de científicos descubrió una nueva terapia genética que podría mejorar la regeneración de tejidos en miembros amputados y médulas espinales en los seres humanos.
Científicos de la USC en Estados Unidos, han logrado desarrollar una terapia genética en la que han conseguido que lagartos logren regenerar sus colas amputadas igual a como eran cuando nacieron.
Acorde a los investigadores:
“Es un proceso que no pueden hacer de manera natural, por lo que este descubrimiento puede abrir la puerta a nuevas terapias de regeneración en tejidos humanos”.
Aunque se sabe que los lagartos poseen la capacidad de regenerar sus rabos cuando los pierden, los nuevos miembros no son iguales a los que tienen de nacimiento. En lugar de tener columna espinal y nervios, la nueva estructura regenerada es un tubo de cartílago.
Los científicos de la USC han logrado desarrollar un novedoso método para hacer que los rabos de los lagartos enlutados puedan crecer de forma similar como lo hacen al nacer.
Lo anterior se realizó utilizando células embrionarias y la herramienta de edición genética CRISPR.
Los resultados de la reciente investigación han sido dados a conocer a detalle en la revista Nature.
Thomas Lozito, autor principal del estudio y profesor adjunto de cirugía ortopédica y biología de las células madre y medicina regenerativa en la USC, señala:
“Este es uno de los únicos casos en los que se ha mejorado significativamente la regeneración de un apéndice mediante una terapia basada en células madre en cualquier reptil, ave o mamífero, y sirve de base para mejorar la cicatrización de las heridas en los seres humanos”.
Los investigadores analizaron el proceso de formación del rabo en los lagartos durante su gestación, y posteriormente como lo hacen cuando se regenera ya en edad adulta. Descubrieron que hay una serie de células Neuronales del Sistema Nervioso (NSC) que envían una señal que bloquea la formación de nervios y estructura ósea, mientras que fomenta el desarrollo de cartílago.
También observaron que aunque esta señal no se llegue a activar, las NSC adultas no poseen la capacidad de generar tejido óseo o nervioso nuevo.
Según explican los investigadores:
“las NSC embrionarias producen esta señal sólo en la región inferior que acabará formando cartílago. Mientras que el lado superior no recibe la señal y empieza a desarrollar tejido esquelético y nervioso”.
Los científicos implantaron este tipo de NSC embrionarias en muñones de rabos de lagarto adulto, y comprobaron que éstas respondían a las señales cerebrales permitiendo la generación de tejidos cartilaginosos.
De esta forma recurrieron a la “herramienta” de edición genética CRISPR para que las NSC dejaran de responder a la señal.
¿El resultado cuál fué?
Los lagartos fueron capaces de regenerar sus colas con el mismo patrón dorsoventral, que tenían al nacer.
Es decir, tejido esquelético y nervioso en la parte superior o dorsal, y tejido cartilaginoso en la parte inferior o ventral.
Lozito, agrega:
“Los lagartos existen desde hace más de 250 millones de años, y en todo ese tiempo ningún lagarto había vuelto a regenerar una cola con patrón dorsoventral, hasta ahora.
Mi laboratorio ha creado las primeras colas de lagarto regeneradas con este tipo de estructuras”.
¿Qué representa este descubrimiento?
Esta novedosa terapia experimental con lagartos abre un nuevo campo de estudio en nuevas terapias para humanos.
Los científicos señalan que esta investigación les ha proporcionado una experiencia práctica esencial para conocer cómo mejorar el potencial regenerativo de un organismo.
Acorde al doctor Lozito:
“Perfeccionar la imperfecta cola regenerada de lagarto, nos proporciona un modelo para mejorar la cicatrización de heridas que no se regeneran de forma natural, como los miembros humanos amputados y las médulas espinales”.
De esta forma, el equipo espera que la investigación sobre el lagarto conduzca a avances médicos en el tratamiento de lesiones difíciles de curar.
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