En 1994 se descubrió una gran cantidad de cadáveres de águila calva (Haliaeetus leucocephalus) cerca del lago DeGray en Arkansas en Estados Unidos, al ser estudiadas se descubrió que habían perecido debió a una enfermedad neurodegenerativa.
La enfermedad es conocida como mielinopatía vacuolar (VM), la cual ataca el cerebro de los huéspedes, provocando mala coordinación en las funciones motoras concluyendo en la muerte.
Le enfermedad puede llevar a mas síntomas como parálisis, ceguera y temblores o convulsiones. Desde su descubrimiento no se tenía idea de que provocaba la enfermedad en las águilas.
Finalmente después de 25 años fue identificada una planta invasora en el lago llamada Hydrilla verticillata, la cual alberga cianobacterias. Esta produce una neurotoxina llamada “aetokthono toxina” que es producida bajo ciertas circunstancias por la bacteria huésped en la planta invasora.
Esta neurotoxina afecta también a otras especies que viven cerca de lagos: peces, ranas, salamandras, tortugas, serpientes hasta aves como fochas, búhos y aves acuáticas.
La más afectada es el águila calva ya que se alimenta de todos estos animales previamente infectados.
“Sabemos que son al menos 130 águilas las que han muerto con pruebas positivas para VM”
Dijo Susana Wilde una de las científicas que han estado estudiando la enfermedad neurodegenerativa.
“Pero la tasa de recuperación de cadáveres es probablemente de alrededor del 10 o 12%, por lo que probablemente sea al menos 10 veces mayor”.