Una iglesia monolítica ubicada en el Wored Hawzen, en la región de Tigray, Etiopía, está a 2.580 metros de altura y la única manera de acceder, es caminando. Se trata de a Abuna Yemata Guh, el lugar de culto más inaccesible del mundo.
Este magnífico lugar destaca por su cúpula extraordinaria y por las hermosas pinturas y murales del siglo V, además de su excelente arquitectura.
La magnífica Abuna Yemata Guh

La iglesia está tallada en el costado de un acantilado y, para poder llegar a ella, los visitantes y fieles deben cruzar un puente de piedra natural, con una caída en picado de 250 metros a cada lado. Luego, deben abordar una última pasarela de madera estrecha, seguida de un ascenso por una pared vertical de roca, totalmente dependiente de agarres de manos y pies, la cual se debe escalar descalzo, ya que se considera suelo sagrado. Finalmente, el viaje es coronado por una caminata sobre una cornisa de 50 centímetros de ancho, frente a un acantilado de 92 metros de desnivel.
El Padre Assefa, devoto de Abuna Yemata Guh, asegura que las rutas están bendecidas:
«Nadie ha muerto nunca. Nuestro santo patrón salva a los que caen con su viento. Se devuelven a la cornisa desde la mitad de la altura».
El abuelo del padre Assefa también fue sacerdote de Abuna Yemata Guh, y generaciones de sacerdotes han sido enterrados entre las rocas. La iglesia fue construida por San Abuna Yemata, uno de los 9 santos que salieron de Siria, Constantinopla o Roma, para llevar el cristianismo a Etiopía, a finales del siglo V.
Una ruta terrorífica

De acuerdo a Lonely Planet, los primeros 45 minutos de la subida son algo desafiantes, con un par de secciones complicadas que requieren acción de apoyo. Los guías llevan cuerdas para el empuje final. Los últimos dos minutos si requieren nervios de acero y una atención perfecta para caminar por la cornisa precaria y una caída brutal.
Para los creyentes de Abuna Yemata Guh, el trayecto vale totalmente la pena, ya que alberga algunas de las obras cristianas más antiguas del planeta.
Las paredes de piedra arenisca están adornadas con retratos de los protagonistas de la Biblia, así como representaciones de sus parábolas. Otras pinturas representan figuras del Antiguo Testamento. El aire seco y la falta de humedad han conservado perfectamente las obras a pesar del tiempo.
Las pinturas se remontan a los rastros iniciales de los cristianos en Etiopía y tienen como tema, los nueve santos y los doce apóstoles. Los íconos más antiguos que se encuentran en forma de dípticos y trípticos que datan del siglo XV.
La iglesia de Abuna Yemata Guh, cuenta con guías locales en cada paso del ascenso, asegurándose de que los visitantes sepan qué punto de apoyo tomar y qué roca escalar, junto a las cuerdas. Pero, a pesar de la terrorífica escalada, la iglesia sigue activa, con feligreses que suben los acantilados varias veces a la semana, incluyendo madres con hijos a sus espaldas, embrazadas y acianos. Muestra de que la fe es muy importante para las personas.
Referencias:
- Abuna Yemata Guh – Un artículo de lonelyplanet.com
https://www.lonelyplanet.com/ethiopia/rock-hewn-churches-of-tigray/attractions/abuna-yemata-guh/a/poi-sig/1385693/1330705