James Verone: el hombre que decidió ir a la cárcel para recibir atención médica

James Verone: el hombre que decidió ir a la cárcel para recibir atención médica

En el 2011, James Verone, un hombre de 59 años de Carolina del Norte, Estados Unidos, se encontraba en una situación desesperada. Sin empleo, sin recursos y con problemas de salud que incluían una protuberancia en el pecho, artritis generalizada, síndrome del túnel carpiano y un problema en el pie izquierdo, por lo que tomó medidas extremas: ir a prisión para recibir atención médica.

La dramática historia de James Verone

James Verone: el hombre que decidió ir a la cárcel para recibir atención médica

Para la época, los programas de subvención médica en Estados Unidos no existían y las personas sin recursos, no tenían acceso a los servicios hospitalarios necesarios. Esto llevó a muchas personas a tomar medidas desesperadas, pero pocas llegaron al extremo de James Verone.

En un acto que sorprendió a muchos, Verone se dirigió al banco más cercano sin armas ni violencia, y entregó una nota al cajero que decía: “Esto es un atraco, dame un dólar”.

Después de entregar la nota, se sentó en uno de los sillones del banco, esperando la llegada de la policía para su arresto. Su plan de obtener atención médica gratuita estaba en marcha.

Aunque su fianza fue reducida de $100,000 a $2,000, Verone no tenía intención de pagarla. Esta historia dramática destacó la desesperación que pueden sentir los estadounidenses que se enferman o tienen accidentes sin tener un seguro médico privado.

Poca expectativa de vida

James Verone: el hombre que decidió ir a la cárcel para recibir atención médica

Un estudio de la Universidad de Columbia publicado en octubre de 2010 ya había señalado que Estados Unidos se quedaba rezagado en comparación con otros doce países en términos de expectativa de vida de sus ciudadanos. Los investigadores sugirieron que las deficiencias en el sistema de atención médica estadounidense, como los altos costos y la falta de cohesión en la atención especializada, podrían ser responsables de este bajo rendimiento.

James Verone expresó su deseo de permanecer en prisión durante al menos tres años para poder acceder a los beneficios de la seguridad social, que en Estados Unidos comienzan a los 62 años, y así asegurar su atención médica durante el resto de su vida.

Al verse obligado a elegir entre vivir con dolor y estar encarcelado, Verone afirmó que no lamentaba su decisión, la cual había considerado detenidamente durante mucho tiempo. “Ya no podía soportar el dolor, así que no me arrepiento. Si no se tiene salud, no se tiene nada”, subrayó.

Casos como estos se ven, no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. En países donde las personas no cuentan con los recursos necesarios, son relegadas a vivir sin tratamiento médico. James Verone es solo un ejemplo que se hizo famoso. ¿Pero cuántos más habrá sin conocerse?

Referencias:


Por favor síguenos en Google News:


Acerca de Erick Sumoza

Suscríbete a nuestro Boletín Semanal