Frane Selak: el hombre que sobrevivió siete veces a la muerte

Frane Selak: el hombre que sobrevivió siete veces a la muerte

¿Conoces la saga Destino Final? ¿Y si les contáramos que existió una persona que pasó por todos los sucesos de las películas? La realidad siempre supera la facción. Así es, esta es la historia de Frane Selak, un hombre que experimentó una serie de eventos, que lo convirtieron en el hombre con la mayor suerte del mundo… o el más desafortunado, según el punto de vista de cada uno.

La historia de Frane Selak

Frane Selak: el hombre que sobrevivió siete veces a la muerte

¿Cómo definimos la suerte? ¿Es sobrevivir a un accidente o ganar la lotería? Algunos sostendrían que la suerte radica en estar en el lugar correcto en el momento preciso, o tal vez, en el lugar equivocado en el momento inoportuno y aún salir ileso. Frane Selak se enfrentó a todo eso y más.

Este hombre era un profesor de música de Croacia, cuya asombrosa historia de vida le valió el apodo del hombre más desafortunado que jamás haya existido… o quizás, esto podría verse desde otra perspectiva. Su destino ha sido tan extraordinario que su historial de seis matrimonios casi se ve opacado por todo lo demás que ha experimentado.

Selak es conocido como el hombre que desafió a la muerte en repetidas ocasiones y logró contarlo… siete veces, para ser exactos.

A lo largo de cuatro décadas, se vio involucrado en accidentes que abarcaron casi todos los medios de transporte conocidos. A excepción de un barco, aunque resulta curioso considerando que nació en uno en 1929. Sus padres estaban pescando cerca de Dubrovnik; su madre, que estaba en su séptimo mes de embarazo, entró en labor de parto prematura y dio a luz en el bote antes de regresar a la orilla.

Burlando a la muerte

El primer encuentro de Frane Selak con la muerte, sucedió en 1957, cuando el autobús en el que viajaba se salió de la carretera y cayó en un río. Selak comentó posteriormente que el conductor, llamado Ahmet, nunca se ponía al volante sin haber ingerido al menos media botella de rakija, una bebida alcohólica regional, pero a pesar de eso, era un excelente conductor. De hecho, ambos compartieron un trago de rakija antes de abordar el autobús, y el propósito del viaje era detenerse a tomar más antes de partir. Ambos sobrevivieron al accidente con cortes y magulladuras menores.

El infortunio volvió a tocar a su puerta en 1962 durante un viaje en tren de Sarajevo a Dubrovnik. Una roca cayó sobre las vías, lo que causó que descarrilara y se estrellara en el gélido río Neretva. Selak logró romper la ventana de su compartimento y escapar del vagón, incluso salvando la vida de un conocido que viajaba con él. Ambos fueron rescatados del río por residentes del pueblo cercano, y Frane Selak solo sufrió una fractura en el brazo e hipotermia. Diecisiete pasajeros murieron en el accidente.

En 1963, Selak tomó un vuelo chárter de Zagreb a Rijeka para visitar a su madre, que estaba enferma. El vuelo estaba completo, pero explicó que tenía una emergencia familiar y logró convencer a la tripulación para que le permitieran abordar. Se ubicó en la parte trasera del avión, junto a una azafata llamada Rozika.

Cerca del aeropuerto de destino, el avión sufrió una falla técnica y comenzó a perder altura, hasta que finalmente chocó contra una roca.

La puerta del avión se desprendió antes del impacto, succionando a Selak fuera del avión a una altitud de 800 metros; a pesar de todas las probabilidades, aterrizó en un pajar que le salvó la vida. Rozika también sobrevivió, mientras que todos los demás pasajeros perecieron en el accidente. Selak, comprensiblemente, nunca volvió a subirse a un avión.

Intentando cambiar la suerte

Frane Selak: el hombre que sobrevivió siete veces a la muerte

Frane Selak decidió dejar de usar el transporte público y adquirir su propio vehículo, viendo que toda su mala suerte se relacionaba a esta. En 1970, mientras conducía, su auto cuando repentinamente se incendió. Logró salir del vehículo y ponerse a salvo a una distancia segura segundos antes de que explotara.

En 1973, sucedió otro incidente con su auto. Mientras conducía, una bomba de combustible defectuosa derramó aceite caliente sobre el motor, provocando llamas que se propagaron a través de las rejillas de ventilación. Aunque la mayoría de su cabello se quemó, Selak no sufrió otras heridas.

En 1995, fue atropellado por un autobús en Zagreb. Nuevamente, sin lesiones graves.

Un año después, un camión de la ONU casi colisionó con el automóvil de Selak en una carretera de montaña. Evitó la colisión al desviarse en el último instante y chocar contra una barandilla. La barandilla cedió y su vehículo se precipitó por el precipicio, cayendo unos 100 metros.

Sin embargo, en ese momento, Selak no llevaba puesto el cinturón de seguridad; según los informes, nunca volvió a usarlo después del trágico accidente aéreo. Saltó por la ventana del automóvil, se aferró a un árbol en la pendiente justo antes de que el vehículo volcara y se estrellara.

Este fue la última vez que la muerte llamó a su puerta, sin embargo, no fue el final de su suerte. Después de cumplir los 73 años, Frane Selak compró un billete de lotería y ganó el premio mayor, 6.5 millones de kunas, el equivalente a unos $981,144. Compró una casa de vacaciones donde vive actualmente, lejos de los accidentes… o al menos, no se ha sabido más al respecto.


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