Por primera vez los científicos han identificado un mecanismo celular que mantiene la sincronía de los mamíferos con el ritmo cardiaco. Esto podría ser clave para reconocer si alguien tiene mayor riesgo de problemas cardíacos.
El ciclo corporal de 24 horas, es un proceso en el cual nuestros ritmos cardíacos regulan nuestro organismo. Durante este proceso se controla nuestro ciclo de descanso, el metabolismo y nuestras funciones cognitivas.
Gracias al reloj biológico nuestro corazón presenta una frecuencia elevada en las mañanas y una frecuencia muy baja durante el sueño nocturno. Pero aún se desconoce cómo el corazón define las alteraciones cardiacas a lo largo del día.
El nuevo descubrimiento explica cómo el corazón también cambia de forma independientemente a nivel celular.
En un artículo publicado se revela que han encontrado un sistema de transporte de iones en funcionamiento en las células cardíacas de ratón, que permite a las células alterar significativamente su concentración de iones de potasio (K), sodio (Na) y cloruro (Cl) entre el día y la noche, esto en respuesta a cambios en los niveles de proteínas.
Apiñamiento macromolecular
Este sistema permite que las células cardíacas eviten el “apiñamiento macromolecular” en el citosol, la parte acuosa del citoplasma, ayudando al corazón a mantener el equilibrio biológico, aun cuando su actividad cambia significativamente entre el día y la noche.
La primera autora y bióloga circadiana Alessandra Stangherlin explica:
“Este mecanismo de control homeostático protege contra variaciones en el volumen celular”
“El aumento de iones intracelulares se produce al final de la fase de descanso y permite que el corazón acelere su frecuencia cardíaca, en preparación para el aumento de la carga cardiovascular impuesta por las actividades diarias”
Este descubrimiento demostró (en células cardiacas de corazones de ratones) que en las células cardíacas aisladas, los ritmos circadianos existen en algún nivel en el corazón, incluso de forma aislada al resto del cuerpo, demostrando lo profundamente adaptado que está el reloj biológico.
El investigador principal y biólogo molecular John O’Neill dijo:
“Abre la emocionante posibilidad de tratamientos más efectivos para las afecciones cardiovasculares, por ejemplo, mediante la administración de medicamentos en el momento adecuado del día”.