Descubiertas por casualidad, las cuevas secretas de cristal mexicano son lo suficientemente grandes como para conducir un automóvil.

Formación de los cristales

¿Cómo llegaron los cristales a proporciones tan superheroicas?

Las operaciones mineras modernas expusieron la maravilla natural al bombear agua de la cueva de 30 por 90 pies (10 por 30 metros), que se encontró en 2000 cerca de la ciudad de Delicias (mapa del estado de Chihuahua). Ahora García-Ruiz está asesorando a la empresa minera para preservar las cuevas.
Exploración y estudios científicos
Un equipo científico coordinado por Paolo Forti, especialista en minerales cavernarios y cristalógrafo de la Universidad de Bolonia (Italia) exploró en detalle la cueva en 2006. Para sobrevivir y poder trabajar en las condiciones extremas de temperatura y humedad que impiden incursiones prolongadas en la cámara de cristal, desarrollaron sus propios trajes refrigerados y sistemas de respiración fría (llamados traje Tolomea y respirador Sinusit, respectivamente).

500 000 años
Además de los estudios mineralógicos y cristalográficos, también se realizaron caracterizaciones biogeoquímicas y microbianas de los cristales gigantes de yeso. Stein-Erik Lauritzen (Universidad de Bergen, Noruega) realizó dataciones de uranio-torio para determinar la edad máxima de los cristales gigantes, unos 500.000 años.
Penélope Boston (Instituto de Minería y Tecnología de Nuevo México), espeleóloga y geomicrobióloga especialista en organismos extremófilos, realizó un muestreo estéril de núcleos de perforación de yeso mediante la realización de pequeños pozos dentro de grandes cristales en condiciones asépticas.

El objetivo fue detectar la posible presencia de bacterias antiguas encapsuladas en el interior de las inclusiones fluidas y sólidas que presenta la matriz de sulfato de calcio desde su formación.
Sin información microbiológica

Otras investigaciones también abarcan los campos de la palinología (estudio del polen), la geoquímica, la