Médicos han documentado cientos de pacientes con lo que ellos han denominado como “síndrome de dolor del Medio Oriente”, enfermedad descubierta e identificada recientemente.
Según los expertos está enfermedad imita a la artritis reumatoide y existe la posibilidad de que tenga algún vínculo con la contaminación ambiental.
A través de la revista Scientific Reports, el grupo de investigadores de El Cairo explicaron que alrededor de 400 pacientes llegaron a diversos hospitales en Egipto y Arabia Saudita entre noviembre de 2014 y diciembre de 2019.
Estos pacientes habían sido diagnosticados previamente con artritis reumatoide, una afección que se desarrolla a largo plazo y suele generar dolor, hinchazón y rigidez en las articulaciones.
Posteriormente, en una segunda revisión a estos pacientes, se encontró que no cumplían con los criterios para el diagnóstico de artritis reumatoide.
Sin embargo, sí cumplían con características propias del diagnóstico de síndrome de fibromialgia, afección también a largo plazo que genera dolor en todo el organismo y rigidez muscular.
De manera más peculiar, los rayos X mostraron que muchos de los pacientes tenían crecimientos en forma de espolones en algunos de sus huesos.
Aunado a esto, la mayoría de pacientes tenían deficiencias notables de vitamina D.
Entonces, se vuelve obligatoria la pregunta: ¿Cuál es el vínculo con la contaminación?
Los investigadores creen que todo tiene que ver con el cadmio y la vitamina D, un metal pesado tóxico.
El Medio Oriente posee niveles extremadamente altos en lo que concierne a la deficiencia de vitamina D, lo cual resulta sorprendente considerando que la región bañada por el sol tiene altos niveles de rayos ultravioleta que son necesarios en la producción de vitamina D3 en los seres humanos.
En el estudio se citan investigaciones previas que muestran que la deficiencia de vitamina D en el Medio Oriente, con probabilidad esté relacionada con la contaminación por metales pesados como cadmio y plomo (aunque las prácticas culturales, la dieta y la genética también pueden influir).
No hay la suficiente evidencia sobre la contaminación por cadmio en el Medio Oriente, pero a pesar de eso, diversos estudios sugieren que hay niveles significativos de metales pesados tóxicos en algunos alimentos de la región, especialmente el arroz .
Cabe destacar que el cadmio se acumula en el riñón, órgano que desempeña un papel importante en hacer que la producción de vitamina D sea útil para el cuerpo.
“La deficiencia de vitamina D llevó a muchos de los pacientes a desarrollar hiperparatiroidismo secundario (SHPT), una condición en la que las glándulas paratiroideas secretan demasiada hormona paratiroidea (PTH). Se encontró que hasta el 75% de estos pacientes tenían niveles anormalmente altos de PTH.
A su vez, la deficiencia de vitamina D3 y la SHPT se han relacionado con el síndrome de fibromialgia, que causa dolor en las articulaciones”.
A la recién descubierta afección se le denominó “Síndrome del dolor del Medio Oriente”, simple y sencillamente debido a que todos los pacientes eran de Medio Oriente.
Sin embargo, al igual que la enfermedad de Lyme o el virus del Nilo occidental, la enfermedad propuesta no está necesariamente limitada por la geografía, y es factible de que se pueda encontrar en cualquier persona con deficiencia de vitamina D y que haya estado expuesta a contaminantes de metales pesados.
El estudio finaliza:
“La contaminación por cadmio debe ser considerada como uno de los grandes desafíos del nuevo milenio que debe tratarse de manera eficiente, para evitar muchos peligros que afectan económicamente a la salud”.
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