Mediante un implante cerebral realizado a una mujer de 57 años que había perdido la vista hace 16 años, ha podido tener una percepción de visión con un dispositivo conectado directamente a su cerebro.
La mujer tenía una neuropatía óptica toxica que destruyo sus haces de nervios que conectan los ojos con su cerebro dejándola sin vista.
Algunas personas al perder la vista pueden percibir al mínimo para detectar la luz. En cambio cuando el daño se origina más allá de la retina se pueden quedan completamente sin vista.
Gracias a tecnologías experimentales se ha logrado reconocer luces, letras, formas, personas e incluso jugar un videojuego enviando la señal directamente a su cerebro con un implante.
Investigadores han desarrollado un dispositivo que ayuda a percibir con poca resolución en forma de puntos las formas y los colores.
El dispositivo consta de unos anteojos modificados y una cámara, conectado a una computadora que procesa el video convirtiéndolo en señales.
Conectándose a la parte posterior del cráneo mediante un implante de 100 electrodos en la corteza visual en la parte posterior del cerebro.
Se espera que esta tecnología ayude a devolver la vista a muchas más personas que sufren de algún daño similar en la visión.
Tratamientos similares han sido probados para ayudar a ver a las personas ciegas, por ejemplo en proyectos anteriores se ha desarrollado el Proyecto de Retina Artificial para pacientes con enfermedades que dañen la retina llamado Argus.
Contando con una versión mejorada el dispositivo desarrollado en el 2013, la retina artificial Argus II ha sido diseñada para personas que sufren retinitis pigmentosa.
Esta es una enfermedad degenerativa hereditaria que daña la retina. Gracias a este dispositivo se logra tener una visión limitada de baja resolución sobre el entorno.