Desde que somos jóvenes nos introducen la famosa “Teoría de la Evolución de Darwin” y a uno de los personajes que cambiaron nuestro concepto de la vida como la conocemos, Charles Robert Darwin.
Pero ¿y qué pasa si te digo que el joven Darwin no fue el primero pero sí el más acertado de su tiempo en describir como tal a la Biología Evolutiva?
La Evolución Biológica
Partamos con ¿qué es la evolución biológica? Desde un principio esto se aplica naturalmente a los seres vivos, es un cambio que presentan las especies y nos damos cuenta que una especie evolucionó, cuando dejó de ser esa especie y se convirtió en otra; a este proceso se le conoce como especiación.
La evolución biológica no es como la cuenta la imagen de la portada. Es mucho más compleja e interesante que eso, es decir, que la evolución biológica nunca es lineal.
Sino que a partir de una especie salen diversas combinaciones y resultados entre sí, proceso por el cual, el humano sin duda pasó.
Definamos “Teoría”
Otra duda recurrente al hablar de la “Teoría de la Evolución” es sobre la diferencia entre conceptos de “ley”, “hipótesis” y “teoría”.
Las “hipótesis” son suposiciones basadas en observación directa o no, que se pueden fundamentar y convertirse en argumentos válidos.
Las “leyes” son proposiciones científicas que afirman una relación entre varios factores y regularmente se expresa en lenguaje matemático, como la Ley de Gravitación Universal.
Mientras que una “teoría” es un concepto más integral, que pueden incluir varias leyes como parte de su fundamentación; donde su peso recae en la cantidad de fenómenos que pueda explicarse con esta. La Teoría de la Evolución entra aquí mismo.
Primero pensamientos sobre la Teoría de la Evolución
Los inicios de la teoría de la evolución, nos llevan a la antigua Grecia, con Paraménides, Heráclito y Anaximandro; que desde esos tiempos (610 – 546 a.C) se comenzaban a preguntar sobre la diversidad y diferencias de los seres vivos.
Sin embargo, Aristóteles (a través del estudio previo de Platón) se tomó este estudio más en serio, ya que observó que entre más alejado estuviera el individuo del agua, era más complejo; a esto lo llamó “scala naturae” o “escala natural”.
Aristóteles tenía una buena observación y eso se explica por la historia de la vida en la Tierra: Lo que actualmente sabemos gracias a toda la Biología Evolutiva, es que la vida se originó en el mar. Pero ¿cómo se creó la vida?
Creación de la vida
Existen dos vertientes más representativas para ello, que son, la Hipótesis de la Abiogénesis y de la Panspermia.
En términos sencillos, la Abiogénesis se explica como la creación de la vida a través de la materia inorgánica y gracias a reacciones químicas, los elementos crearon materia orgánica que daría origen a la vida.
Mientras que la Panspermia, nos habla sobre la procedencia de la vida en algún otro lugar fuera de nuestro planeta y que luego, cayó en ella.
Actualmente, ambas hipótesis tienen sus críticas y problemas, es por ello que aún desconocemos la verdadera forma en cómo se originó la vida.

Lo más probable de esta, es que debió ser la primera forma de vida, con una estructura celular simple, es decir, procarionte y a esta forma de vida, se le conoce como LUCA (Last Universal Common Ancestor).
Se estima que este LUCA apareció hace aproximadamente 3800 millones de años (así como las primeras formas de vida) y a partir de estos mismos años, es decir, la unidad del Precámbrico, comenzó la “Eucariogénesis”, que es el proceso por el que pasaron las células Prokaryota a ser Eukaryota, es decir, mucho más complejas.
Como vemos en los libros de texto, las algas verdeazuladas (o mejor dicho, las Cyanobacteria) fueron de los primeros organismos fotosintéticos, de ahí pasaron a ser algas, plantas. Por otra parte, los organismos sin capacidad de fotosíntesis, dieron origen a los hongos y a los animales.
La complejidad de los organismos y el viaje famoso
Aristóteles tenía razón, poco a poco los organismos iban siendo más complejos conforme se separaban del mar en épocas muy antiguas, que fue el origen de la vida.
Muchos años después de Aristóteles, a inicios del siglo XIX, Darwin nació y justo como Newton, se paró en hombros de gigantes para poder construir la teoría que haría su nombre memorable.
De 1831 a 1836, Darwin fue parte de una expedición por África, Australia y Sudamérica a bordo del Beagle 2, en ésta última, las islas Galápagos, lo dotaron de una visión mucho más amplia, siendo un punto crucial para su descubrimiento.
Comenzó a notar patrones y diferencias entre los pinzones (un tipo de aves), así como otros animales y que habían desarrollado características interesantes que tenían que ver con diversas necesidades para sobrevivir y que cada especie era adecuada así como distinta a su entorno.
Años después, comenzó a tomar notas y compartirlas con un personaje muy famoso: Alfred Russel Wallace, el cual al mismo tiempo se encontraba en una expedición similar a la de Darwin, pero en Amazonas y posteriormente en el archipiélago Malayo, así como en Australia.
A través de esas cartas que se mandaban, ambos se dieron cuenta de las características que tenían las especies y en diferentes lugares del mundo. Por lo que habían descubierto lo mismo y el que lo publicara antes, se llevaría el crédito.
Se percató de esto y Darwin publicó antes que Wallace, llevándose gran parte del crédito y la atención como el Padre de la Evolución.
El Origen de las Especies
“El Origen de las Especies” o también conocido como “El origen de las especies por medio de la Selección Natural”, fue publicado en 1859 e introdujo de una forma muy descriptiva la Evolución de las Especies a través de la Selección Natural.
Las ramas más contemporáneas, como la genética, la bioquímica y la proteómica estudian las mutaciones genéticas de especies distintas generados por herencia de caracteres adquiridos o por interacción con el ambiente; y que todo esto puede causar evolución biológica.
Si bien, las ideas de Darwin no fueron ni las únicas, ni las primeras, fueron un parteaguas en lo que hoy se conoce como Biología Evolutiva y que sentó las bases para el trabajo de Mendel, de Rosalind Franklin y de la Teoría Sintética Moderna de la Evolución; que es la síntesis de los descubrimientos actuales sobre procesos evolutivos, explorados de forma mucho más analítica, empírica y profesional.
Fuentes:
- Balme, David (tr and ed). Updated by Allan Gotthelf, De Partibus Animalium I with De Generatione Animalium I (with passages from II 1-3). Oxford: Clarendon Press, 1993).
- Bowler, P. (2008), “Foreword” to Smith, C. & Beccaloni, G. Natural Selection and Beyond: the Intellectual Legacy of Alfred Russel Wallace. Oxford: Oxford University Press.
- Boylan, Michael. “The Place of Nature in Aristotle’s Biology” Apeiron 19.1 (1985).
- Fagan, M. (2007). Wallace, Darwin, and the Practice of Natural History. Journal of the History of Biology volume, 40, pp. 601–635.
- López, M. (2009). Las implicaciones materialistas de la teoría de Darwin. Revista Medicina y Humanidades, Vol.2.
- Martin, A. & Primavesi, O. (1998). L’Empédocle de Strasbourg: (P. Strasb. gr. Inv. 1665-1666) Berlín. With Greek text, French and English translations, introduction, commentary, and English summary.
- University of California Museum of Paleontology. (2020). Evolution. junio 10, 2020, de Berkeley Sitio web: https://evolution.berkeley.edu
- Van Wyhe, J. (2013). Dispelling the Darkness: Voyage in the Malay Archipelago and the Discovery of Evolution by Wallace and Darwin. Singapur: World Scientific.
Autora: Miranda Jaramillo