¡Buen día, mentes curiosas! Si pensabas que logros humanos como la Gran Muralla China o las pirámides de Egipto eran la cúspide de las maravillas arquitectónicas, prepárate. Hoy, vamos a sumergirnos en una historia que te hará cuestionar la misma escala de lo que consideras “grandioso” ¿Intrigado?
La megaestructura construida más grande en cualquier lugar del planeta era completamente desconocida para los humanos porque estaba oculta por un gran bosque en el norte de Brasil. Solo fue después de que los lugareños comenzaron a despejar la tierra para dar paso a un pastizal que notaron una gran cantidad de montículos de tierra misteriosos dispersos hasta donde alcanza la vista, separados casi exactamente a 20 metros de distancia. No fue hasta 2018 cuando los científicos visitaron el área y comenzaron a comprender realmente el alcance asombroso de lo que eran estos montículos.
Los investigadores determinaron rápidamente que estos montículos fueron creados por termitas. Pero lo que los dejó completamente desconcertados fue que esta única familia de termitas creó algo que supera en tamaño a cualquier ciudad que los humanos hayan construido jamás.
Estamos hablando de montículos de 2,5 metros de altura y 9 metros de ancho. Y hay aproximadamente 200 millones de ellos, cubriendo un área tan grande como Gran Bretaña. Pero aquí es donde se pone aún más loco: estos montículos no son ni siquiera donde viven.
Sí, has oído bien. Estas termitas han construido su imperio bajo tierra. Basándose en datos radiactivos, los científicos creen que los montículos más antiguos comenzaron a construirse aproximadamente al mismo tiempo que los egipcios comenzaron a construir las pirámides, hace unos 4.000 años. La única diferencia es que las termitas siguen en plena actividad. Hasta ahora, han movido una asombrosa cantidad de 2,4 millas cúbicas de tierra, un volumen equivalente a 4.000 pirámides egipcias.
Si su “basura” de tierra es tan impresionante, no quiero ni imaginar cómo será su mundo subterráneo. Pero eso es algo que quizás nunca lleguemos a ver.
Así que ahí lo tienes, un imperio construido no por manos humanas, sino por la naturaleza misma, en una escala que desafía nuestra comprensión.
¿Listo para más? No te pierdas nuestras próximas publicaciones. Hasta entonces, sigue cuestionando, sigue explorando.
