El proyecto fue desarrollado por Hitachi una compañía Japonesa. La información se almacena formando pequeños puntos de código binario en una pieza de cristal de cuarzo. El prototipo actual mide 2 cm cuadrado y 2 milímetros de ancho. Tiene 4 capas de puntos y tiene la capacidad de almacenar 40 megabytes por pulgada cuadrada. La idea es que cualquier persona pueda leer la información con el uso de un microscopio sin la necesidad de un lector específico.
EL cristal se ha probado de diferentes maneras exponiéndose a químicos y con calor a 1000 grados Celsius por dos horas y continuó funcionando. Tampoco lo afectan las ondas de radio o la inmersión al agua, sin embargo el cristal se puede romper aunque eso es algo difícil. Se estima que esta tecnología estará disponible para su compra en tres años y que sus inicios será muy útil para que en los museos y gobiernos almacenen datos.
Esta no es la primera vez que el vidrio se ha usado experimentalmente para el almacenamiento de datos. Científicos de la Universidad de Southampton han estado trabajando con vidrio monolítico espacio-variante con convertidores de polarización. Cuando se imprime en cristal de silicio, estos convertidores son capaces de alterar la polarización de pulsos ultracortos de luz láser que pasa a través de ellos. Estos impulsos proceden de impresión pequeños puntos llamados “voxels”, que son una especie de píxeles 3D, que se leen con un láser.

Bibliografía: