Todos tenemos estufas de gas en nuestra casa, es la forma tradicional con la que cocinamos nuestras comidas. Sin embargo, pocos saben que esto podría representar un riesgo para la salud.
Así que, más allá de los accidentes que puedan generar las fugas de gas, la exposición a los compuestos químicos que liberan las estufas al hacer combustión, se vinculan a problemas de asma y otras enfermedades pulmonares.
El peligro de las estufas de gas

El investigador Talor Gruenwald, afirmó que «hay estudios que indican que es como ser fumador pasivo». Además, recomendó que hay que poner advertencias en las cocinas, como en los cigarrillos.
También explicó que, al menos, el 12% de casos de asma infantil, se podrían haber evitado eliminando la exposición a productos de combustión de gas en casa. Esto también se expuso en otro informe presentado por la Alianza Europea de Salud Pública.
Casi en todas las ocasiones en las que se quema el gas en las cocinas, se expiden hasta 12 contaminantes peligrosos. Entre ellos, está el dióxido de carbono, el dióxido de nitrógeno, el formaldehído o benceno, que en altas concentraciones y exposiciones reiteradas, puede ser cancerígeno.
La exposición a este compuesto químico, se vincula a casos graves de asma y a un mayor uso de inhaladores en niños. También afecta a adultos asmáticos y contribuye al desarrollo y agudización de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
La industria del gas sostiene que las cocinas son una fuente mínima de contaminación, esto es una verdad a medias. Si se toman en cuenta el promedio de exposición durante meses o años, es verdad, pero hay otros donde contribuyen más que fuentes externas, especialmente cuando hay picos de exposición a corto plazo.
Un estudio hecho al sur de California, reveló que, por emisiones en el interior, casi la mitad de los hogares superan la norma de salud basada en la hora más alta de concentración de dióxido de nitrógeno.
Los expertos apuntan que la estructura de la vivienda también influye en la exposición. Quienes viven en casas grandes, mejor ventiladas o con extractores de aire, están menos expuestas. Aunque las cocinas suelen tener extractores, algunos solo lo usan cuando hay humos u olores, ya que la contaminación es imperceptible.
El metano y otros contaminantes atmosféricos peligrosos

Las estufas de gas también expulsan otros agentes contaminantes, y se producen cuando, ni siquiera, están encendidas. En 2022, se reveló que en Estados Unidos, las cocinas a gas que no se usan, emiten metano a un nivel que atrapa tanto calor en la atmósfera, como unos 400 autos.
Algunas fugas suelen pasar desapercibidas, aunque se añade olor al gas natural para asegurarse que la gente las detecte antes del riesgo de explosión. Pero esto puede no ser suficientemente fuerte para que se perciban cuando las fugas son pequeñas.
Un estudio reciente, descubrió que el 5% de los hogares, tenían fugas importantes sin detectar. Dicha investigación demostró que en esas fugas, había varios contaminantes atmosféricos peligrosos, incluyendo benceno, una sustancia cancerígena.
Para reducir los riesgos, los expertos aconsejan sustituir las estufas de gas por cocinas eléctricas o inducción. Pero si no pueden ser opciones, siempre se pueden tomar medidas de precaución.
¿Sabías todo esto de las estufas de gas? Quizás es momento de tomar decisiones para cuidar nuestra salud y la de nuestras familias. Ir dejando de lado la costumbre de cocinar con gas y dar el paso a la electricidad.
Referencias:
- Gas and Propane Combustion from Stoves Emits Benzene and Increases Indoor Air Pollution – Un artículo de ACS
https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acs.est.2c09289 - Population Attributable Fraction of Gas Stoves and Childhood Asthma in the United States – Un artículo de MDPI
https://www.mdpi.com/1660-4601/20/1/75