
Recientemente, se anunció un avance científico significativo que reveló la existencia de un tipo único de “hielo negro”, al que se ha denominado “hielo XVIII” o “hielo superiónico”. Aunque no se encuentra de manera natural en la Tierra, los científicos han logrado producir este hielo en laboratorio, creando las condiciones extremas de temperatura y presión.
Este tipo particular de hielo se distingue por su color oscuro y su capacidad para fundirse a temperaturas excepcionalmente altas, superiores a los 4.200°C, lo cual es notable en comparación con el hielo que conocemos.
Un nuevo estado de la materia

Hasta el momento, se reconocían tres estados del agua: sólido, líquido y gaseoso. Sin embargo, este descubrimiento desafía esas clasificaciones establecidas. El hielo negro se presenta en un estado único, donde la disposición de los átomos de oxígeno e hidrógeno es completamente inusual.
Los átomos de oxígeno forman una estructura tipo jaula cúbica en la superficie, mientras que los átomos de hidrógeno se mueven libremente en su interior sin mezclarse con los átomos externos. Esto confiere al hielo XVIII propiedades que lo hacen comportarse simultáneamente como agua líquida y sólida, lo que ha llevado a algunos científicos a considerarlo como un nuevo estado de la materia.
El origen del “hielo negro”

Aunque el hielo superiónico no se encuentra en la Tierra, se postula que podría ser abundante en las profundidades de los gigantes gaseosos del sistema solar, como Urano y Neptuno. Existe la hipótesis de que el hielo XVIII es la forma más común de agua en nuestro sistema solar, superando en cantidad al agua presente en los océanos terrestres y en las lunas heladas de Júpiter y Saturno.
Esta teoría podría proporcionar una explicación sobre la naturaleza inestable y compleja de los campos magnéticos de Urano y Neptuno en comparación con los de la Tierra y otros planetas cercanos.
A diferencia de la mayoría de las formas de hielo, que suelen ser transparentes, el hielo XVIII se destaca por su apariencia totalmente oscura. ¿Por qué adquiere este color negro? La respuesta se encuentra en la disposición particular de los átomos de hidrógeno en su estructura, los cuales interfieren con el paso de la luz, otorgándole su característico tono oscuro al hielo negro.
La existencia del hielo XVIII revela que en el universo pueden existir estados de la materia que no cocemos y con características únicas, como su capacidad de fundirse a temperaturas extremadamente altas. Cosa que desafía toda la lógica convencional que se tienen sobre estos elementos.
En un mundo donde la ciencia continúa revelando secretos fascinantes, el “hielo negro” sirve como un recordatorio de cuánto queda por descubrir en el vasto cosmos que exploramos. La búsqueda de conocimiento nos impulsa a desafiar las limitaciones de lo que considerábamos posible y nos proporciona una visión más profunda de la esencia misma de la realidad.
Referencias:
- Nanosecond X-ray diffraction of shock-compressed superionic water ice – Un artículo de Marius Millot, Federica Coppari, J. Ryan Rygg, Antonio Correa Barrios, Sebastien Hamel, Damian C. Swift & Jon H. Eggert
https://www.nature.com/articles/s41586-019-1114-6