La construcción del telescopio espacial James Webb tuvo un costó de $10 mil millones de dólares, y ya está demostrando ser un digno sucesor del histórico observatorio Hubble de la NASA.

A pesar de esto, el observatorio tiene una minúscula unidad de estado sólido (SSD) de 68 gigabytes, como lo notó IEEE Spectrum a principios de este mes, solo alrededor de la mitad del almacenamiento de un iPhone básico.
Esto hace que las observaciones innovadoras del telescopio, incluidas algunas imágenes impresionantes y ultra nítidas de Júpiter, sean aún más impresionantes.
Si bien 68 gigabytes pueden parecer poco, hay una buena razón por la que es tan pequeño. Por un lado, el SSD, un “Grabador de estado sólido” para ser precisos, tuvo que pasar por un extenso proceso de certificación, ya que está destinado a soportar algunas condiciones extenuantes, en particular enormes cantidades de radiación, a un millón de millas de la Tierra.
Debido a esa radiación, de hecho, los expertos predicen que esos 68 gigabytes se reducirán a solo 60 gigabytes de almacenamiento utilizable durante los diez años de vida útil del telescopio, según IEEE Spectrum .
Luego está el hecho de que 68 gigabytes solo pueden ser suficientes para 24 horas de recopilación de datos, pero el telescopio tiene oportunidades varias veces al día para descargar esos datos a la Tierra.
Para lograrlo, el telescopio espacial hace uso de la Red del Espacio Profundo, una red mundial que se conecta a varias naves espaciales de EE. UU., para enviar datos a la Tierra. Eso significa que también compartirá estas frecuencias de transferencia de datos con otras naves, incluida la sonda solar Parker de la NASA e incluso las sondas Voyager.
Afortunadamente, los canales de comunicaciones del observatorio espacial usan un protocolo especial de corrección de errores, el mismo que se usa en DVD y discos Blu-ray, esto significa que solo eliminará los archivos originales en su pequeño almacenamiento integrado una vez se confirma que el equipo en la Tierra lo ha recibido con éxito.
Es difícil imaginar que una de las piezas más innovadoras de la maquinaria construida por el hombre solo se basa en poco más de 60 gigas de almacenamiento para mejorar nuestra comprensión del cosmos.
Pero los expertos en la materia son los que determinan las características. Como lo demuestran sus observaciones más recientes, el sistema está funcionando bien, y estamos a la expectativa por ver qué transmitirá a la Tierra a continuación.