
En el ámbito de la inteligencia artificial, un nuevo hito ha sido alcanzado gracias al innovador chip desarrollado por IBM. Este chip destaca por su eficiencia energética, siendo hasta 14 veces más eficiente en el reconocimiento de voz en comparación con los microchips convencionales.
Una revelación de este calibre no solo presenta un avance tecnológico significativo, sino que también plantea posibles aplicaciones en el terreno de la IA generativa.
El chip que mejorará la IA

Este innovador chip de inteligencia artificial podría ser una solución valiosa para sistemas de IA controvertidos como ChatGPT y otros modelos de lenguaje de gran envergadura. Asimismo, la IA generativa, que se emplea para crear videos e imágenes, también podría beneficiarse enormemente de esta tecnología.
La transcripción automatizada ha mejorado considerablemente gracias a la IA en la última década, pero el costo y el consumo energético asociados con el hardware necesario para entrenar y operar estos sistemas han aumentado de manera notable.
Un desafío clave reside en la transferencia de grandes volúmenes de datos entre procesadores y memoria, lo que resulta en pérdida de energía y tiempo. Este problema podría ser abordado mediante hardware neuromórfico, que imita la operación del cerebro y busca replicar la forma en que las neuronas biológicas calculan y almacenan información. Un ejemplo son los microchips de “IA analógica”, que realizan cálculos directamente dentro de la memoria, minimizando la energía disipada.
IBM ha explorado esta dirección mediante el estudio de memorias de cambio de fase. Estos dispositivos utilizan un material que puede cambiar entre fases amorfas y cristalinas al recibir impulsos eléctricos, codificando así los resultados de operaciones de acumulación múltiple (MAC). Este tipo de cálculo es fundamental en las redes neuronales profundas que impulsan la IA actual.
El equipo de investigación de IBM creó un chip con 35 millones de células de memoria de cambio de fase, logrando una eficiencia energética notablemente superior a la de las CPU y GPU tradicionales.
En pruebas prácticas, este chip demostró su capacidad en tareas de reconocimiento de voz. Tanto en la detección de palabras clave como en la transcripción de voz a texto, el dispositivo superó con precisión a las redes neuronales tradicionales, al tiempo que operaba a una velocidad considerablemente mayor y con una eficiencia energética impresionante.
Controversias sobre su uso

Aunque la relevancia de este chip no se limita a aplicaciones de reconocimiento de voz, sino que también tiene el potencial de impulsar transformadores, una clase de red neuronal fundamental para los modelos de lenguaje de gran envergadura como ChatGPT. Estos modelos han demostrado ser capaces de superar pruebas legales y de negocio, además de desplegar habilidades creativas en diversos campos.
La IA generativa, responsable de la creación de contenido artístico como imágenes y videos, también se ve favorecida por este avance. Sin embargo, es crucial reconocer que esta tecnología ha enfrentado críticas y controversias, y se ha discutido ampliamente su impacto en áreas como la propiedad intelectual y la calidad del contenido generado.
El chip de IA de IBM marca un paso significativo hacia adelante en la mejora de la eficiencia energética y el rendimiento de los sistemas de IA. Aunque este logro es prometedor, aún existen desafíos por superar, como la integración de nuevos circuitos, la optimización de algoritmos y la adaptación de aplicaciones para aprovechar al máximo los beneficios de esta tecnología. A medida que continuamos explorando el potencial de la IA analógica, es claro que estamos presenciando los primeros pasos de un viaje que transformará la industria de la inteligencia artificial. Los detalles de este emocionante desarrollo fueron publicados en línea el 23 de agosto en la prestigiosa revista Nature.