La transmisión de energía de largo alcance es llevar energía sin necesitar cables de cobre para transmitir una carga a distancia mucho mayor.
La empresa EMROD se está encargando de llevar esto a la realidad con apoyo del gobierno.
Su tecnología funciona transmitiendo energía de manera segura y eficiente utilizando ondas electromagnéticas a grandes distancias.
El fundador tenía la idea de encontrar una tecnología que ayudara a reducir costes de distribución eléctrica y evitara cortes apoyando las energías renovables.
Los métodos de almacenamiento y generación de energía eléctrica han evolucionado mucho, pero el transportar esa energía se ha quedado sin avances.
Prácticamente el último intento en el avance de energía inalámbrica fue cuando Nikola Tesla obtuvo su patente para la bobina de Tesla hace más de 120 años.
La última década ha tenido avances en corto alcance, con transmisiones de energía a pocos metros para cargar dispositivos como celulares o vehículos eléctricos.
El último avance permite transmitir grandes cantidades de energía a grandes distancias con la idea de alimentar hogares enteros sin infraestructura de cables.
Al reducir la necesidad de infraestructura se tiene la capacidad de llegar a lugares remotos como escuelas y hospitales de África.
Los avances actuales muestran la transmisión de energía de pocos kilovatios, pero al mejorar el prototipo se podrá transmitir 100 veces más potencia a mayor distancia.
El proyecto se basa en utilizar una banda de frecuencia industrial, científica y médica (ISM) no ionizante para transmitir energía.
Técnicamente son frecuencias similares a la de teléfonos inalámbricos, Bluetooth, Wifi o NFC, pero esta requiere mayor potencia siendo más parecida a la encontrada en un horno de microondas.
La compañía trabaja en demostrar lo segura que es la tecnología ISM a niveles más altos y mayor escala.
Esta tecnología fue elegida debido a lo ampliamente utilizada y regulada por normas internacionales que la hacen segura para su uso seguro entre humanos.