Después de que Moderna se negara a compartir la fórmula de su vacuna, un grupo de científicos sudafricanos la han replicado.
En principio, la liberación de la patente de las vacunas contra Covid-19 era una opción de las grandes farmacéuticas, sin embargo optaron por una cesión de licencias.
Tal es el caso de la vacuna producida por Moderna, a la que únicamente los laboratorios elegidos por la misma compañía estadounidense poseen la facultad de producirla.
Sin embargo, actualmente eso puede estar a punto de dar un giro sorprendente, debido a que unos científicos pertenecientes a una empresa biotecnológica en Sudáfrica, con ayuda de la OMS, han logrado replicar una copia de la vacuna ARNm de Moderna, sin intervención alguna de la farmacéutica.
Afrigen Biologics, laboratorio de Ciudad del Cabo, describe a Reuters:
“Hemos logrado reproducir unos cuantos microlitros de vacuna. Es una cantidad pequeña, pero supone un importante hito dentro de una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, que quiere encontrar la manera de ampliar la capacidad de producción de las vacunas en países menos desarrollados”.
Esta es la primera copia de la vacuna de Moderna. Sudáfrica actualmente es uno de los países con menos porcentaje de personas vacunadas con la dosificación completa, pero el país es uno de los centros pioneros dentro de África en la producción de vacunas.
Afrigen Biologics explica que espera poder iniciar sus ensayos clínicos a partir de noviembre.
Aunque Moderna no ha compartido su fórmula, tampoco llevará a cabo acciones legales para defender su patente, acto que permitirá que los científicos sudafricanos puedan hacer su propia versión.
Gerhardt Boukes, investigador principal de Afrigen, señala:
“No hemos recibido la ayuda de los principales productores de vacunas contra la Covid, así que lo hicimos nosotros mismos para mostrarle al mundo que se puede hacer, y se puede hacer aquí, en el continente africano”.
El proyecto está siendo apoyado por la OMS y fue lanzado el pasado junio.
En aquel entonces se solicitó ayuda directa a Moderna, Pfizer y BioNTech, pero no respondieron, por lo que se decidió replicar la vacuna de Moderna (mRNA-1273) debido a que hay más información pública disponible sobre ella, en comparación con la de Pfizer.
El equipo de científicos sudafricanos en alianza con investigadores de Francia, Alemania y Bélgica, comenzaron a mostrar avances el pasado septiembre.
La primera etapa consistió en la creación de una molécula de ADN que sirviera como base para sintetizar el ARNm de la vacuna.
Dicha secuencia ha sido patentada por Moderna, pero investigadores de Stanford han logrado analizarla e introducirla en la base de datos Virological.org.
La etapa siguiente consiste en escalar la producción e iniciar los ensayos clínicos.
El proceso para llevarlo a cabo ha resultado relativamente sencillo, debido a que la síntesis del ARNm es un procedimiento bastante genérico. A inicios de enero, los investigadores de Afrigen lograron encapsular el ARNm dentro de una nanopartícula hecha de una mezcla de lípidos.
Aunque actualmente la cantidad producida es mínima, el objetivo es lograr la producción a gran escala, lo cual es un complejo proceso técnico que puede llegar a ser más difícil que lograr la primera réplica.
La visión actual es lograr el apoyo de otros fabricantes para extender su producción.
Charles Gore, director del Fondo Común de Patentes de Medicamentos, describe a Nature: “Una vez esta vacuna esté preparada para producirse podría derivar en que Moderna acabe liberando finalmente su patente”.
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