Sus paneles solares biológicos producen energía y oxígeno mientras absorben dióxido de carbono y podrían ayudar a colonizar Marte
El consumo de energía, ya sea industrial o doméstico, representa con mucho la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero responsable del calentamiento global: en torno a dos tercios de las emisiones mundiales están asociadas a la quema de combustibles fósiles para calefacción, electricidad, transporte e industria, según la Agencia Internacional de la Energía. A su vez, el cambio climático amenaza la producción de energía renovable por sus efectos negativos a las dinámicas naturales necesarias para la generación de energía hidroeléctrica.
Paneles de microalgas
El joven biotecnológo mexicano Adán Ramírez descubrió en las algas una posible solución a ambos problemas. Su empresa, GreenFluidics, fabrica paneles solares inteligentes compuestos por microalgas y nanofluidos que generan oxígeno y energía mientras absorben dióxido de carbono a partir de la radiación solar.
Fotosíntesis y biomasa
La fotosíntesis es el proceso natural por el que plantas, algas y algunas bacterias producen energía y materia orgánica a partir de la luz del Sol y el dióxido de carbono del aire. También es la base de los biopaneles solares inteligentes que combinan tecnología y naturaleza desarrollados por Ramírez.
Los biopaneles también producen biomasa que puede utilizarse como fertilizante y otros productos aprovechables producidos por las microalgas, lo que permite contribuir a la economía circular.
Su panel tiene una geometría triangular y un color verde semitransparente, por lo que, a diferencia de otros paneles solares, “incluso se puede colocar en ventanas” a diferencia del resto de paneles solares, explica Ramírez. Y añade:
“Queremos que los edificios estén oxigenados y que nuestros paneles puedan limpiar el aire mientras generan energía”. Además, otro de los objetivos de los paneles de GreenFluidics consiste en descentralizar la producción de energía. En este sentido, el biotecnólogo añade: “Esta tecnología es única en el mundo y se puede usar para tener tus propios cultivos en el techo de tu casa”.
¿Cómo funciona?
El biopanel está compuesto de microalgas y nanopartículas de carbono y genera dos procesos:
• El primero es realizado por las microalgas, las cuales funcionan como una planta que hace fotosíntesis, es decir, captan el dióxido de carbono de la atmósfera y generan oxígeno.
• El segundo lo realizan las nanopartículas de carbono, que llevan la radiación solar a altas temperaturas y generan energía. De esta forma, se crea energía al mismo tiempo que se crea oxígeno y absorbe dióxido de carbono.
Adán asegura que a través de sus paneles solares, es posible reducir hasta 1,5 toneladas de CO2 al año.
El panel tiene una vida útil entre 10 y 12 años, y puede generar hasta 160 watts/hora. Estos paneles están elaborados con material 90% biodegradable, pues es 60% microalgas, mientras que los nanofluidos se obtienen de residuos y se pueden reintegrar a la tierra.
La carcasa está fabricada con un plástico biodegradable desarrollado por la misma empresa.
Paneles inteligentes
Además, tiene sensores que indican cuánto dióxido de carbono se absorbe, con lo que las empresas pueden generar bonos de carbono, y las algas generan biomasa que puede usarse como fertilizante para jardines o huertos urbanos. Los paneles son automatizados y pueden ser monitoreados desde una aplicación por medio de la red.
Los biopaneles cuentan con los sensores necesarios, el cliente ya no tendrá que hacer nada más que colocarlos y a distancia van a estar monitoreando su funcionamiento.
Biotecnología espacial
Ramírez define a GreenFluidics como la primera empresa de biotecnología espacial de México. El joven explica:
“Buscamos conectar el espacio con la Tierra a través de la tecnología que desarrollamos”.
Su objetivo es que sus biopaneles sean utilizados en futuras colonizaciones espaciales, ya que, además de energía, también producen oxígeno de forma segura.
Además, la propia biomasa de las algas podría convertirse en alimento para los astronautas, añade Ramírez.