La fecha era mayo del 2013 cuando este accidente ocurrió. Harrison Okene, junto con otros 11 tripulantes se encaminaban a ayudar a una embarcación petrolera en las costas de Nigeria, cuando el fuerte oleaje proveniente del océano Atlántico ocasionó que este viaje se convirtiera en tragedia, misma donde Okene resultara como el único sobreviviente.
10 de los tripulantes, compañeros de Okene, murieron al momento del hundimiento del barco y otro más desapareció, mientras que nuestro sobreviviente pudo respirar gracias a una burbuja de aire de menos de un metro que se encontraba en una parte del barco que yacía en el fondo del agua.
Se calcula que Harrison Okene pasó aproximadamente 60 horas (dos días y medio) en ese espacio tan estrecho, donde el agua, además de llegarle a los hombros, se encontraba a una temperatura sumamente baja. Durante ese tiempo, Okene pensó que su destino a una muerte segura estaba más cerca que nunca y sus esperanzas de que alguien viniera a rescatarlo, iban disminuyendo cada vez más y más.
El silencio era tal que podía escuchar cómo los pecados y otras formas de vida marina se iban alimentando de los cuerpos de mis compañeros.
Mencionó Harrison Okene durante una entrevista.
No fue hasta que los buzos, que fueron enviados para recuperar los cuerpos de los tripulantes fallecidos, se percataron de una mano que trataba de alcanzarlos por debajo del agua mientras buscaban a más tripulantes fallecidos.
Okene afirmó que se encontraba en el baño cuando se percató de que el barco estaba comenzando a inclinarse peligrosamente. A medida que el agua entraba y el barco se inclinaba cada vez más, nuestro sobreviviente forzó la puerta metálica para poder salir.
Se encontraba en ropa interior y logró sobrevivir un día en el baño, manteniendo la cabeza fuera del agua gracias a un lavabo que había volcado. Posteriormente, Okene se esforzó al máximo y se armó de valor para abrir la puerta y nadar hacia el dormitorio del oficial. Para lograr salir del agua fría, utilizó un panel como pequeña balsa.
A pesar de que alejarse significaba abandonar la única salida, fue arrastrado por un estrecho pasillo hasta otro baño cercano a la cabina de los oficiales del barco, mientras el buque volcado se estrellaba contra el fondo del océano. A pesar de todo, Okene logró sobrevivir y respiraba con asombrosa sorpresa.
Después de haber sido rescatado, Okene tuvo que pasar otras 60 horas en una cámara de descompresión, debido a que la presión a la que su cuerpo se encontraba ocasionaría su muerte segura si se llevaba inmediatamente a la presión de la superficie.
Después del incidente, Harrison Okene recibió atención médica y se recuperó por completo. El rescate de Okene fue un hecho muy conocido y la historia de su supervivencia fue ampliamente divulgada en los medios de comunicación internacionales. A partir de entonces, Okene ha sido invitado a dar entrevistas y a compartir su experiencia en diversas plataformas. Además, ha recibido varios premios y reconocimientos por su valentía y resistencia.
Al día de hoy, se sabe que este increíble sobreviviente logró acudir a una escuela de buceo para seguir el ejemplo de sus rescatistas. Tan estrecha fue su relación con estos que todos acudieron a su graduación.
Si te interesa este artículo, podría interesarte: VIDEO: TikToker recoge y lame “medusa”, sin darse cuenta de que es una carabela portuguesa mortal
Para leer más, revisa nuestras fuentes: El hombre que sobrevivió 60 horas en un barco hundido.
