
Construido en el 2021 por ingenieros de la Universidad Tecnológica de Vilna, obviamente no se trata de un portal real, como los de la ciencia ficción. Sin embargo, más allá de ser una simple atracción turística, se creó con el propósito de fomentar la reflexión.
El portal que une dos países

A pesar de que el portal no es un pasaje que permita el paso entre una nación y otra, el dispositivo desarrollado en 2021, si nos permite ver en tiempo real lo que sucede en el otro país, gracias a la tecnología y la conexión a internet.
Así que aquellos que se detienen a contemplar el enlace desde Polonia pueden observar lo mismo que quienes lo hacen desde Lituania, compartiendo el mismo objetivo. Esta enorme muestra de tecnología se encuentra en Lublin, Polonia, permitiendo a sus habitantes observar en tiempo real las calles de Vilna, Lituania.
Ambas ciudades, tienen una distancia de 600 kilómetros entre sí, y mostraron un gran interés en la instalación de este dispositivo, que se presenta como una pantalla circular de alta definición conectada a Internet.
Además, es importante destacar que este portal es el primero de su tipo en el mundo y su diseño tomó cinco años de desarrollo.
¿Cuál es el mensaje que busca transmitir su creador?

Aunque el proyecto fue llevado a cabo por estudiantes universitarios, la idea provino de Benediktas Gylys, presidente de la fundación homónima. Gylys anunció desde el principio que este dispositivo representa un puente digital diseñado para unificar y “superar prejuicios y desacuerdos que pertenecen al pasado”.
Por lo tanto, más allá de ser una atracción turística, este portal que conecta Polonia y Lituania tiene un significado mucho más profundo relacionado con la historia compartida de ambas naciones.
Debido al éxito del primer portal, sus creadores ya están trabajando en el diseño de nuevos ejemplares que se instalarán en otras naciones europeas y del mundo.
Aunque aún no han confirmado oficialmente la noticia, es probable que los próximos dos dispositivos conecten Lituania con dos islas europeas. Uno de ellos unirá Vilna con Reikiavik, la capital de Islandia, y el segundo conectará la capital de Lituania con Londres, en Inglaterra, Reino Unido.
Este invento es realmente interesante y, aunque no sea un portal verdadero, saber cómo se vive el día a día en naciones totalmente diferentes a la nuestra, se torna fascinante. Ojalá este tipo de invenciones logren instalarse en Latinoamérica y ver otras ciudades de la región en tiempo real.