El hallazgo permitirá comprender los mecanismos por los que pasan las personas con adicciones, depresión etc.
Actualmente, las neurociencias señalan que el mecanismo de liberación de dopamina en el cerebro contribuye a que se vivan situaciones, se aprenda y se vuelvan a repetir al saber que tienen recompensa.
Sin embargo, el equipo de investigadores ha sumado mayor complejidad al mecanismo mencionado, ya que encontraron un componente que indica que hay otro circuito que influye en la búsqueda de la gratificación.
Hasta hoy día, se tenía el conocimiento de que un factor clave para superar algunas adicciones/trastornos mentales, se encuentra en la vía de recompensa más antigua y conocida: el sistema dopaminérgico mesolímbico, compuesto por neuronas que se proyectan desde el área tegmental ventral hasta el núcleo accumbens, una estructura clave en la mediación del procesamiento emocional y de la motivación.
La dopamina es un neurotransmisor que se libera cuando el cerebro espera una recompensa.
En la búsqueda de nuevas terapias para tratar la adicción y las enfermedades psiquiátricas, los investigadores estuvieron examinando otras vías más allá de la dopamina que podrían desempeñar un papel en la recompensa y el refuerzo.
El doctor Bruchas, quien es también profesor de anestesiología y medicina del dolor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, mencionó:
“Este estudio abre nuevas vías para comprender los circuitos de gratificación que podrían estar alterados en el abuso de la nicotina, los opiáceos u otras drogas, así como en las enfermedades neuropsiquiátricas que afectan al procesamiento de la recompensa, incluida la depresión”.
Los investigadores descubrieron que aproximadamente el 30% de las células del área tegmental ventral -que es parte del cerebro medio- son neuronas GABA.
Las neuronas son las unidades fundamentales del cerebro y el sistema nervioso, las células responsables de recibir la información sensorial del mundo exterior, de enviar las órdenes motoras a nuestros músculos y de transformar y transmitir las señales eléctricas en cada paso intermedio.
En el caso de las neuronas GABA del cerebro medio son cada vez más conocidas por su participación en la recompensa o gratificación y la aversión, así como por ser objetivos potenciales para el tratamiento de la adicción, la depresión y otros trastornos relacionados con el estrés.
El coautor Raajaram Gowrishankar, becario postdoctoral, agrega:
“Lo que hemos encontrado son células Gabaérgicas únicas que se proyectan ampliamente al núcleo accumbens, pero las proyecciones sólo a una porción específica contribuyen al refuerzo de la gratificación”.
Mediante ejemplares de ratones machos y hembras, los científicos demostraron que las neuronas GABA de largo alcance que van desde el área tegmental ventral hasta el núcleo accumben ventral, pero no dorsal, participan en el comportamiento de recompensa y refuerzo.
Demostraron que esta proyección Gabaérgica inhibe a las interneuronas colinérgicas, que son clave en el aprendizaje relacionado con la recompensa.
El equipo señala:
“Estos hallazgos amplían nuestra comprensión de los circuitos neuronales que están directamente implicados en condiciones neuropsiquiátricas como la depresión y la adicción”.
Gowrishankar, agrega al respecto:
“Es muy importante que no pensemos en las estructuras del cerebro como algo monolítico. Hay muchos pequeños matices en el cerebro: su plasticidad y su estructura. Este hallazgo muestra una de las formas en las que las diferencias pueden manifestarse”.
La directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE.UU, Nora Volkow, sostiene que las drogas toman el control sobre los sistemas que la naturaleza del individuo desarrolló para motivar sus emociones, a través del placer y el dolor, relacionado con mecanismos del cerebro.
“La mejor manera de explicarlo es comprender que básicamente las drogas toman el control sobre los sistemas que la naturaleza del individuo desarrolló para motivar sus emociones, a través del placer y el dolor.
Cuando se desarrolla una conducta que te lleva a una sensación placentera se genera una memoria inmediata que dura bastante tiempo. Es una memoria casi automática, diferente del tipo de memoria que normalmente tenemos cuando aprendemos”, comentó.
Las drogas -señaló Volkow– “activan ese sistema de memoria inmediata y lo hacen de una manera más eficiente que los procesos naturales, como comer o tener sexo.
Es una memoria que se encuentra en las partes emocionales del cerebro humano (sistema amigdalino); diferente al de las partes corticales, y motivan tus acciones (el “craving”, el deseo o el ansia que se activa cuando se consume drogas).
La gran motivación que genera la droga – que te hace un esclavo de ella- normalmente activa a su vez procesos para compensar, como la capacidad cognitiva, y que te ayuda a decir: “Esto se me antoja muchísimo, pero no debo hacerlo”.
Para profundizar más, pulsa ➡️ AQUÍ ⬅️