Una de las creaciones más recientes en el área de tecnología, es un dispositivo con la capacidad de transmitir sabores si su pantalla es lamida.
La creatividad e ingenio del profesor japonés Homei Miyashita, quien da clases en la Universidad de Meiji (una de las más prestigiosas de Japón), le ha permitido idear un novedoso televisor que cuando su pantalla se lame, se puede saborear literalmente cualquier objeto que aparezca en ella.
No importa cuál sea el sabor que posea en la realidad; según Miyashita, su dispositivo posee la capacidad de lograr replicarlo con una alta precisión.
¿Pero, cómo es posible esto?
El dispositivo contiene en su interior 10 recipientes, de forma que en cada uno de ellos hay almacenado un líquido cuya composición recrea un sabor fundamental (salado, dulce, picante, amargo, ácido etc.).
Al mezclarse de forma precisa el contenido de algunos de estos recipientes es posible recrear una amplia gama de sabores, lo cual en teoría, permite a este dispositivo emular la mayor parte de platillos y bebidas que son consumidas de forma habitual.
Para lograr la identificación del sabor que tiene un alimento, una bebida o un plato en particular, el investigador utiliza una batería de sensores, de modo que la información que le entregan después de efectuar el análisis le permite determinar en qué proporción deberá mezclar la máquina el líquido de los recipientes que contiene en su interior, para llevar a cabo la recreación del sabor elegido.
El profesor Miyashita ha pensado en todo; ya que también ha resuelto lo concerniente a la higiene que se requiere, puesto que evidentemente no parece ser una idea viable el que varias personas chupen una pantalla, el profesor ha logrado resolver este reto con éxito:
El contenido de cada uno de los recipientes que alberga un sabor fundamental se aplica en forma de aerosol sobre una fina película de un material transparente con capacidad de retener la mezcla de sabores.
Posteriormente el dispositivo coloca esta lámina sobre la pantalla y listo, la higiene deja de ser un problema. Una vez que una persona ha lamido el material transparente que recubre la pantalla, se renueva completamente para que otra persona pueda degustar el mismo u otro sabor sin que el proceso comprometa su salud.
¿Pero, qué aplicaciones puede tener este dispositivo?
Su creador propone varios escenarios de uso distinto en los que parece encajar bastante bien.
Por ejemplo, puede ser utilizado en un restaurante con el objetivo de poder probar el sabor de un platillo antes de que sea ordenado, o para degustar en nuestra propia casa sabores que están siendo preparados en cualquier otro lugar del planeta.
También para catar vinos y otras bebidas, para formar a distancia a cocineros y sumilleres, e inclusive, para implementar juegos en los que las personas que participan tienen que adivinar a qué alimento pertenece el sabor que están probando.
El profesor Homei Miyashita tardó 1 año en el diseñó y la fabricación del primer prototipo de este dispositivo, sin embargo asegura que la versión comercial podría llegar a las tiendas con un precio muy razonable: aproximadamente 875 dólares.
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