Cómo escribir una introducción para un trabajo académico: 7 pasos

La introducción es la parte esencial después del título de cualquier trabajo académico.

En esta se debe dar la información básica que ayude a especificar el tema a tratar de manera clara y mostrar a los lectores por qué un artículo vale la pena ser leído.

Los principales objetivos para saber cómo escribir una introducción son:

  • Atrapar la atención del lector
  • Mostrar con claridad el tema principal
  • Presentar antecedentes que aporten al tema

Cuando una introducción capta la atención del lector se puede establecer una idea clara de que tratará la redacción.

A continuación te presentamos 7 pasos que te ayudaran a como escribir una introducción:

1.- Situar al lector

Lo primero es enseñar en qué tema se basará el resto de la redacción. Esto ayudará a preparar al lector a saber con que se encontrará más adelante. Con esto se aportarán los conocimientos básicos que darán pie para poder entrar en el desarrollo.

2.- Prestarle atención

Debido a que la introducción es esencial y primordial se le debe poner especial atención. Se debe actualizar conforme se avanza para no salir del tema principal y tener las ideas claras de los argumentos que se estén dando.

3.- Captar la atención

Justo al inicio de la introducción se puede iniciar con alguna cita o pregunta que despierte la duda con el fin de tratar un tema. Esto debe ser la primera línea ya que dará razones desde el inicio de seguir leyendo.

4.- Decir, no suponer

La introducción pretende explicar por que un tema es importante. Para que lo redactado sea tomado en serio, se debe escribir con claridad de manera que se demuestre el dominio del tema. Redactando de manera afirmativa, logrando confirmar hechos y plasmándolos.

5.- Brindar una visión general

Esta visión intenta mostrar lo más importante de la manera más sencilla y sin adentrarse en el tema, ya que este se tocará a fondo en el desarrollo de la redacción. La introducción no debe ser demasiado larga, un tamaño adecuado comprende de 500 a 1000 palabras aunque depende del tema a tratar y el tipo de redacción que se tiene en mente.

6.- Responder dudas

Al agregar una pregunta a la introducción, el lector se interesará por saber la respuesta esperando que esta sea contada de manera amena y directa, al menos en la parte de la introducción. La pregunta es una herramienta que ayuda a interactuar y presentar de manera atractiva una redacción.

7.- No dar detalles

La idea es resumir en la introducción lo que se tomará de manera amplia más adelante. Se debe evitar dar demasiados detalles porque esto será útil en su respectiva sección. La mejor forma es dar información general en la introducción intentando generar suspenso y eliminar texto sin alterar la idea a presentar.


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