
El lugar se llama Riems; y consiste en una diminuta isla localizada en Alemania y, es uno de los sitios más letales del mundo.
Esta isla anteriormente se utilizó en la investigación de armas biológicas (durante el nazismo), en la actualidad científicos alemanes llevan a cabo diversas pruebas que tienen como objetivo primordial el desarrollo de vacunas contra virus para ayudar en la preservación de vidas.
El Instituto Friederich Loeffler alberga una extensa lista de patógenos que va desde la peste Africana, rabia, gripe aviar, virus de Crimea-Congo, enfermedad de las vacas locas, influenza, ébola, Yersinia pestis, SARS-CoV-2fiebre del valle del Rift etc…

Las personas que desean acceder a la isla (los visitantes con autorización previa), primero deben recorrer un pequeño tramo del mar Báltico utilizando para ello un puente.
Este hecho funge como una medida de prevención en caso de que surja un brote en las instalaciones de alta seguridad, de esta forma queda la posibilidad de cerrarlas de forma inmediata y lograr bloquear que el virus se expanda al exterior.
Al lugar también se le conoce como la “isla de las plagas” o “isla de la peste”, sin embargo, su nombre oficial es el Instituto Friedrich Loeffler (FLI) y se encuentra ubicado en la isla de Riems, en el extremo norte de Alemania, cerca de la ciudad de Greifswald. Esta isla funge como un laboratorio de nivel 4 de bioseguridad (BSL-4), el nivel más peligroso en la clasificación Alemana, debido a esto se mantiene cerrado al público.

En este laboratorio el Instituto Federal de Salud Animal prueba los virus más peligrosos del mundo en animales grandes. Como parte de las investigaciones, a diversos ejemplares de animales incluidas ovejas y vacas, se les suele infectar de forma deliberada con virus y se les monitorea constantemente para observar y estudiar los efectos de las enfermedades.
Unos de los principales enfoques se basa en la zoonosis, lo que comprende a las enfermedades que tienen posibilidad de ser transmitidas a través de interacciones de animales a seres humanos o viceversa. Las enfermedades que van desde la malaria hasta la rabia, (zoonosis) afectan gravemente y representan aproximadamente el 60% de todas las enfermedades infecciosas que suele contraer el ser humano.

Los Centros que coadyuvan en el control y la prevención de enfermedades estiman que “3 de cada 4 enfermedades de origen infeccioso nuevas o emergentes en las personas, suelen ser transmitidas a través de los animales”. Sin embargo, una de las características de estas enfermedades es que también son impredecibles.
Los científicos y trabajadores que de forma habitual participan en los experimentos e investigaciones siguen protocolos de alta seguridad. Las instalaciones albergan tecnología de última generación, además cuenta con duchas desinfectantes tanto para el ingreso o la salida de la isla, también se emplea vestuario de protección acorde a una pandemia.
Solamente hay 3 sitios de este tipo en todo el mundo, y esta isla/laboratorio es uno de ellos, el único que se encuentra en Europa. Los otros 2 únicos laboratorios del planeta donde este tipo de investigación con animales se lleva a cabo se localiza en Winnipeg, Canadá, y Geelong, Australia.

Las instalaciones se encuentran totalmente aislado del mundo exterior, alberga numerosas esclusas de aire y se mantiene bajo presión negativa con el fin de garantizar que el aire fluya hacia el interior y no hacia el exterior.
Cualquier cosa que se lleve a cabo en la isla se realiza baj condiciones de alta seguridad, de forma habitual y diaria los investigadores trabajan en la comprensión acerca de la propagación de los nuevos patógenos, y por supuesto, también en el desarrollo de vacunas.
El Instituto Friedrich Loeffler fue fundado por Friederich Loeffler en el año de 1910, Loeffler fue un bacteriólogo alemán de la Universidad de Greifswald que descubrió el organismo que provocaba la difteria.
También es el centro de estudio de virus más antiguo del mundo.
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