La historia de Tsutomu Yamaguchi es una de las más increíbles y a la vez trágicas de la Segunda Guerra Mundial. Este ingeniero japonés tuvo la mala suerte de encontrarse en Hiroshima y Nagasaki durante los ataques nucleares que sufrió Japón en 1945. Lo que lo convierte en el único hombre conocido que sobrevivió a los dos bombas atómicas.
Yamaguchi nació en Nagasaki en 1916 y trabajaba para Mitsubishi Heavy Industries en Hiroshima cuando el primer bombazo cayó el 6 de agosto de 1945. A pesar de que estaba a solo unos kilómetros del epicentro de la explosión, logró sobrevivir y regresó a su ciudad natal, Nagasaki, justo a tiempo para presenciar el segundo bombardeo el 9 de agosto de ese mismo año.
“Vi un gran pilar con forma de seta alzándose hasta el cielo. Era como un tornado, aunque no se movía, pero creció y se extendió horizontalmente en su parte más alta”
dijo Tsutomu Yamaguchi en una entrevista, años después.
La experiencia de Yamaguchi en los dos bombardeos fue algo que nadie debería tener que vivir. En Hiroshima, sufrió quemaduras en todo su cuerpo y se quedó temporalmente ciego. También le reventó los tímpanos y sufrió heridas por radiación. A pesar de todo esto, logró arrastrarse a un refugio y sobrevivió para contar su historia. Solo tres días después, Fat Man, la segunda bomba atómica de Estados Unidos, explotó en Nagasaki, a solo unos kilómetros de donde Yamaguchi se encontraba.
La historia de Yamaguchi es tan increíble que parece sacada de una película de superhéroes. Pero lo que vivió este hombre no tiene comparación. A pesar de que su historia es conocida en todo el mundo, muchas personas todavía no pueden creer que alguien pueda sobrevivir a dos ataques nucleares.
El caso de Yamaguchi es una muestra más de las terribles consecuencias de la guerra y de la capacidad humana para resistir y sobrevivir a las peores situaciones. A pesar de que Japón se rindió poco después del segundo bombardeo, el impacto de estas bombas todavía se siente hoy en día.
“Ahora puedo contarles a los jóvenes mi terrible historia y todo el mundo sabrá lo que viví incluso después de mi muerte”
fueron las palabras de Tsutomu en una cadena de televisión japonesa en 2008.
A pesar de haber sobrevivido a ambos bombardeos nucleares, Yamaguchi llevó una vida tranquila y normal después de la Segunda Guerra Mundial. Continuó trabajando para Mitsubishi durante muchos años y se retiró en 1970. Durante gran parte de su vida, nunca habló sobre su experiencia en Hiroshima y Nagasaki.
Sin embargo, en los últimos años de su vida, se convirtió en una voz influyente en la campaña global para la eliminación de las armas nucleares. Después de años de silencio, decidió compartir su historia con el mundo y se convirtió en un defensor apasionado de la paz y la eliminación de las armas nucleares. En 2008, el gobierno japonés lo reconoció oficialmente como la única persona en haber sobrevivido a ambos ataques nucleares. Murió en 2010 a los 93 años.
En una entrevista, Yamaguchi describió su experiencia como una “pesadilla”. Recordó haber visto a la gente saltando al río para apagar las llamas, mientras que otros estaban cubiertos de quemaduras y llagas. También habló sobre cómo las armas nucleares son una amenaza para toda la humanidad y cómo es importante que se tomen medidas para evitar que se usen en el futuro.
Hoy, la historia de Tsutomu Yamaguchi es recordada como una muestra de la resiliencia humana y una advertencia sobre los peligros de las armas nucleares. A medida que la amenaza de la guerra nuclear continúa siendo una preocupación global, su legado es más relevante que nunca. Esperamos que su historia continúe inspirando a las personas a trabajar juntas por un futuro más pacífico y libre de armas nucleares.
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