En algunas ocasiones nuestro cerebro tiene una peculiar habilidad para reconocer rostros en objetos inanimados, a esto se le conoce como pareidolia facial. Según un nuevo estudio de la revista Psychological Science, estas ilusiones surgen porque los mecanismos neuronales que codifican las características de los rostros humanos también se activan al procesar otras imágenes.
Investigaciones anteriores han demostrado que estas neuronas son susceptibles de adaptación sensorial, por lo que modifican su lectura de una situación particular en función de información previa. Al explicar este fenómeno, Colin Palmer autor del estudio dijo: “si, por ejemplo, se le muestran repetidamente imágenes de rostros que miran hacia la izquierda, su percepción cambiará con el tiempo para que los rostros parezcan mirar más a la derecha de lo que realmente son “.
Para probar si este mecanismo también puede ser activado por la pareidolia facial, los investigadores mostraron a los voluntarios una serie de imágenes de objetos inanimados que parecían tener caras, todos los cuales parecían estar dirigiendo su mirada en la misma dirección.
Cuando a los participantes se les mostraron imágenes de rostros humanos reales mirándolos directamente, tendieron a percibir estos rostros como mirando hacia la dirección opuesta a los rostros de la pareidolia. En otras palabras, después de ver una serie de imágenes de cajas, bolas de boliche y bolsos que parecían tener caras que miraban hacia la izquierda, la gente pensó que los rostros humanos mirando al frente miraban ligeramente hacia la derecha.
“Esta es una evidencia de superposición en los mecanismos neuronales que están activos cuando experimentamos la pareidolia de rostros y cuando miramos rostros humanos”, explicó Palmer.
Los autores del estudio dicen que esta disposición a reconocer rostros probablemente refleja una adaptación evolutiva mediante la cual nos hemos vuelto muy sintonizados con la lectura de las señales sociales incrustadas en las expresiones faciales de otras personas.
Estos resultados indican que la pareidolia facial es esencialmente un fenómeno perceptivo, que ocurre cuando la información sensorial es procesada por mecanismos visuales que han evolucionado para extraer contenido social específico de los rostros humanos.