Científicos han capturado en video que los pulpos golpean peces al azar, posiblemente sin otra razón que la de ser rencorosos.
Se sabe que los pulpos y los peces cazan juntos, aprovechando la morfología y la estrategia de caza del otro.
Dado que se unen varios socios, esto crea una red compleja donde la inversión y la rentabilidad pueden desequilibrarse, dando lugar a mecanismos de control de socios
De la misma manera en que los humanos podríamos intentar sacar a codazos a otros comensales en un buffet, este ‘mecanismo de control de la pareja’ busca establecer una sensación de control y dominio en una comida gratuita para todos.
Octopuses punch fishes. YES. OCTOPUSES. PUNCH. FISHES!!
Our new paper is out on @ESAEcology, showing that octos express this behavior during collaborative hunting with other fishes. This was probably the most fun I had writing a paper. Ever! (small 🧵)https://t.co/Vwg9BoaSUo pic.twitter.com/PIYuVXpM9t
— Eduardo Sampaio (@OctoEduardo) December 18, 2020
Como llevaron a cabo el estudio:
En su estudio, Sampaio un biólogo marino de la Universidad de Lisboa en Portugal y su equipo:
Observaron interacciones entre Octopus cyanea y varias especies de peces diferentes en el Mar Rojo, incluido el pez ardilla (Sargocentron caudimaculatum), el mero de punta negra (Epinephelus fasciatus) y el mero cola de lira (Variola louti), entre otros.
Los investigadores plantean la hipótesis de que gran parte del golpe está diseñado para mantener a los peces en línea durante la caza, ya sea para disuadirlos de la presa, reubicar su posición en la manada o incluso expulsarlos de la caza por completo.
A veces, en los casos en que los peces no contribuyen a la caza, básicamente actuando como parásitos con la esperanza de cosechar el botín del trabajo de otros, un pulpo puede golpear a un pez sobre la base de una simple competencia, sugiere el equipo, para poder obtener un mejor acceso a la presa misma.
Pero el golpe al pez no siempre parece ocurrir por razones prácticas inmediatas
Dos ocasiones, los investigadores observaron que los golpes tenían lugar incluso cuando el golpe repentino no parecía estar relacionado con los intentos de agarrar presas.
“Estos casos, son posibles dos escenarios teóricos diferentes. En el primero, los beneficios son ignorados por completo por el pulpo, y el puñetazo es un comportamiento rencoroso, utilizado para imponer un costo al pez”, comentaron los investigadores.
“En el otro escenario teórico, los puñetazos pueden ser una forma de agresión con beneficios tardíos (es decir, reciprocidad negativa directa o castigo), donde el pulpo paga un pequeño costo para imponer uno más pesado a la pareja que se porta mal, en un esfuerzo por promover un comportamiento colaborativo en las siguientes interacciones “.
Los hallazgos se informan en Ecology.