Es la noche y de repente, ves un espectáculo en el cielo que nunca antes habías visto. Parece que miles de estrellas fugaces están cayendo desde la oscuridad del espacio y atravesando el firmamento en todas direcciones.

A medida que sigues mirando hacia arriba, te das cuenta de que el número de meteoros que caen se está intensificando cada vez más, hasta que parece que hay más de lo que puedes contar. La luz brillante y las estelas que dejan detrás hacen que parezca que el cielo está lleno de fuegos artificiales.
Pronto, te das cuenta de que la gente que te rodea está reaccionando con asombro y temor algunos se arrodillan en oración, otros se esconden en sus hogares, mientras que otros corren hacia las calles para ver el espectáculo.
Esto fue lo que ocurrió el 12 de noviembre de 1833, cuando cayó una lluvia de meteoros tan intensa que fue posible ver hasta 100,000 meteoros cruzando el cielo cada hora. En aquel entonces, muchos pensaron que era el fin del mundo.
Este evento, conocido como la “Lluvia de Estrellas de Leónidas”, se produce anualmente en noviembre y ocurre cuando la Tierra atraviesa la órbita del cometa Tempel-Tuttle. La lluvia de meteoros toma su nombre de la constelación de Leo, ya que parece que los meteoros vienen de esa dirección en el cielo nocturno.
La lluvia de estrellas de Leónidas de 1833 fue particularmente intensa y espectacular, y se dice que algunas personas en Norteamérica se despertaron en medio de la noche pensando que sus casas estaban en llamas debido a la luz brillante de los meteoros. Muchos creyeron que era un evento apocalíptico y se prepararon para lo peor.

La lluvia de meteoros de las Leónidas fue tan intensa que hizo posible ver hasta 100,000 meteoros cruzando el cielo cada hora. En ese momento, muchos pensaron que era el fin del mundo, tanto que inspiró este grabado en madera de Adolf Vollmy, titulado “El Fin del Mundo” que muestra a un hombre arrodillado en oración mientras los meteoros caen en el fondo. Esta imagen se convirtió en un símbolo de la creencia popular de que el fin del mundo estaba cerca.
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