Los ingredientes para crear vida están por todo el universo y existen muchos exoplanetas conocidos en zonas habitables. Pero buscar vida en estos lugares es altamente difícil, debido a que son difíciles de alcanzar por lo que detectar vida requeriría enviar una sonda para devolver muestras físicas.
Los cálculos teóricos sugieren que hay alrededor de 300 millones de planetas potencialmente habitables sólo en la galaxia de la Vía Láctea.
Hasta ahora, los astrónomos han descubierto más de 5000 exoplanetas, incluidos cientos de potencialmente habitables, utilizando métodos indirectos que miden cómo un planeta afecta a su estrella cercana.
Buscando biofirmas
Para detectar vida en un planeta distante, los astrobiólogos estudiarán la luz de las estrellas que si la atmósfera o la superficie fueron transformadas por la vida, la luz puede llevar una pista, llamada “firma biológica”.
Cada material absorbe ciertas longitudes de onda de luz, como se muestra en este diagrama que muestra las longitudes de onda de luz absorbidas más fácilmente por diferentes tipos de clorofila.

El patrón de luz perdida está determinado por la composición específica del material con el que interactúa la luz. Debido a esto, los astrónomos pueden aprender algo sobre la composición de la atmósfera o la superficie de un exoplaneta, en esencia, midiendo el color específico de la luz que proviene de un planeta.
Este método se puede usar para reconocer la presencia de ciertos gases atmosféricos que están asociados con la vida, como el oxígeno o el metano, porque estos gases dejan señales muy específicas en la luz.
El telescopio espacial James Webb es el primer telescopio capaz de detectar firmas químicas de exoplanetas, pero es limitado en sus capacidades.
Webb puede buscar firmas biológicas estudiando los planetas a medida que pasan frente a sus estrellas anfitrionas y capturando la luz de las estrellas que se filtra a través de la atmósfera del planeta. Webb no fue diseñado para buscar vida, por lo que el telescopio solo puede escudriñar algunos de los mundos potencialmente habitables más cercanos.
También puede detectar cambios en los niveles atmosféricos de dióxido de carbono, metano y vapor de agua.
Este artículo se publicó en The Conversation bajo una licencia Creative Commons.