Después de realizarse una prueba de ADN un hombre australiano descubrió que su padre, quien creía era huérfano, era en realidad un asesino fugitivo de Estados Unidos. A través del uso de pruebas de ADN, los alguaciles de Estados Unidos en Nebraska lograron confirmar que John Vincent Damon, quien había estado viviendo en Australia, era en realidad William Leslie Arnold, un asesino convicto que había estado prófugo durante más de medio siglo.
Cuando Arnold tenía 16 años, asesinó a ambos padres y los enterró en el patio trasero de la familia, logró engañar a su familia y amigos afirmando que sus padres se habían ido de viaje. Hasta dos semanas después que confesó el horrendo crimen, llevando a los investigadores hasta el lugar de entierro.
Después de ser condenado en 1959, Arnold fue un prisionero ejemplar durante casi una década en la Penitenciaría Estatal de Nebraska. Sin embargo, el 14 de julio de 1967, él y otro recluso, James Harding, llevaron a cabo con éxito una audaz fuga. Enmascarados y armados con la ayuda de un liberado condicional, lograron burlar a los guardias durante un conteo de presos y escalaron la cerca del alambre de púas.
Arnold se trasladó a Chicago y posteriormente se casó con una mujer antes de mudarse a California. Finalmente, llegó a Australia, donde asumió la identidad de John Vincent Damon. Vivió una vida ordinaria, trabajó, formó una familia y falleció en 2010 sin que su verdadera identidad fuera revelada.
El oscuro pasado de Arnold permaneció como un secreto bien guardado hasta que su hijo, cuya identidad se mantiene en el anonimato, decidió investigar sus raíces genealógicas. En 2020, el suboficial de Estados Unidos Matthew Westover reabre la investigación de Arnold. Aunque las probabilidades estaban en su contra, la determinación de Westover lo llevó al hermano de Arnold, quien accedió voluntariamente a proporcionar una muestra de ADN. Utilizando el consentimiento del hermano, Westover envió la muestra a una base de datos genealógica.
Años más tarde, en 2022, finalmente se encontró una coincidencia cuando el hijo de Arnold envió su propio ADN a la misma base de datos en busca de su padre biológico. El avance condujo a una conversación entre Westover y Damon, donde se reveló la impactante verdad sobre el pasado de Arnold. Damon se enteró del arresto de su padre y del escalofriante hecho de que había asesinado a ambos padres, dejándolo a él como huérfano.
Reflexionando sobre su decisión de buscar la verdad, Damon expresó emociones encontradas, afirmando: “No hay una etiqueta de advertencia en el kit de prueba de ADN que te diga que tal vez no te guste lo que encuentres. Pero no me arrepiento de haberlo hecho y me alegra saber ahora la verdad sobre mi padre”.
La revelación de la verdadera identidad de William Leslie Arnold y su fuga de la justicia durante más de cinco décadas sirve como un sombrío recordatorio de que el pasado a menudo guarda secretos inimaginables.
