El 2013, en Seffner, Florida, un pozo se tragó la vida de Jeffrey Bush, dejando una herida profunda en su familia. Lo que parecía ser una tragedia aislada ha sigue ocurriendo, con un sumidero que ha reapericido tres veces desde entonces. Una pequeña muestra de lo cruel, poderosa e impredecible de la naturaleza.
La tragedia de Jeffrey Bush y su hermano Jeremy

En la noche del 20 de marzo de 2013, la vida de la familia Bush cambió para siempre. Jeremy Bush, que dormía en su habitación en Seffner, Florida, fue despertado por unos gritos desgarradores. Su hermano Jeffrey Bush, quien dormía en su propia habitación, fue tragado por un agujero que se abrió de manera repentina en el suelo de la casa.
Jeremy corrió hacia la habitación de Jeffrey y fue testigo de una escena inimaginable: el cuarto de su hermano había desaparecido por completo. Un gigantesco sumidero se había abierto en el suelo, tragándose no solo la cama y los muebles, sino también a su hermano, quien aún suplicaba por ayuda. En un impulso desesperado, Jeremy intentó rescatar a su hermano cavando con las manos, pero pronto el colapso del terreno impidió cualquier intento de salvación.
“¡Jeremy, por favor, ayúdame!”, fueron las últimas palabras que escuchó de su hermano. Momentos después, un ayudante del sheriff llegó a la escena y, viendo el peligro, obligó a Jeremy a salir del pozo. La tierra continuaba cediendo, y la casa fue declarada inhabitable. La tragedia, sellada por la naturaleza, no ofreció un espacio para el consuelo o el cierre. La vida de Jeffrey Bush se fue sin dejar rastro, mientras que Jeremy, al igual que el resto de la familia, quedaba atrapado en un duelo eterno.
Los intentos de recuperación y el impacto emocional en la familia Bush
Después de la tragedia, los equipos de rescate intentaron sin éxito recuperar el cuerpo de Jeffrey Bush. El terreno era inestable y el pozo parecía extenderse a una profundidad peligrosa. Las autoridades finalmente determinaron que la única opción viable era sellar el agujero y abandonar la búsqueda. Para la familia, esto representó una forma de despedirse de un ser querido sin poder realizar un entierro adecuado.
Las autoridades demolieron la casa y rellenaron el sumidero con grava, lo que aparentemente puso fin a la amenaza. Sin embargo, la pesadilla estaba lejos de terminar. En 2015, el pozo se reabrió inesperadamente en el mismo lugar, aunque en esa ocasión no hubo víctimas. El agujero tenía unos seis metros de ancho y, aunque la apertura no causó muertes, dejó una marca imborrable en los recuerdos de los Bush.
Para la familia de Jeffrey Bush, ver cómo el pozo reaparecía una vez más fue un recordatorio incesante de la tragedia. En 2023, una década después del fatídico suceso, el sumidero volvió a abrirse. Los fantasmas del pasado se resucitaron, y Jeremy Bush, visiblemente afectado, compartió su sufrimiento. “Vivo este infierno todos los días”, expresó, revelando cómo el dolor de haber perdido a su hermano nunca se desvanece por completo. La hija pequeña de Jeremy, que tenía apenas dos años cuando sucedió la tragedia, sigue preguntando por su tío Jeffrey, lo que hace que el dolor se sienta aún más profundo para la familia.
La reapertura del pozo: Tres veces en diez años
El 2023 marcó la tercera vez que el sumidero se abría en la misma ubicación. Este nuevo socavón despertó nuevamente la preocupación y tristeza en la comunidad de Seffner. Las autoridades del condado de Hillsborough, que han sido responsables de gestionar este tipo de situaciones, aseguraron que el pozo no representaba un peligro inmediato para los vecinos cercanos. A pesar de ello, los Bush continúan enfrentando las consecuencias emocionales de la tragedia.
Las autoridades del condado, tras el incidente de 2023, trabajaron rápidamente para poner en marcha un plan de remediación, utilizando 150 toneladas de una mezcla de agua y grava para rellenar el agujero. Sin embargo, el impacto emocional en la familia Bush es incalculable. Cada vez que el sumidero se reabre, parece que el sufrimiento revivido es aún más intenso, pues no solo han perdido a un ser querido, sino que también se enfrentan a la incapacidad de darle un descanso definitivo a su memoria.
Florida es muy susceptible a los sumideros debido a su terreno rico en piedra caliza, que es fácilmente erosionado por las aguas subterráneas. Pero es sumamente extraño que ocurran en tierras que, supuestamente, son aptas para la construcción de viviendas.
La tragedia de Jeffrey Bush sigue viva en los recuerdos de su familia, quienes enfrentan el dolor de la pérdida sin poder obtener el cierre que necesitan. El sumidero que lo devoró en 2013 sigue siendo un recordatorio cruel de cómo la naturaleza puede cambiar nuestras vidas de manera impredecible y devastadora. La familia Bush continúa lidiando con el duelo, sin poder escapar de la tierra que se tragó a su ser querido.
Referencia:
- The Guardian/Florida man swallowed by sinkhole under bedroom feared dead. Link
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