La entrega diaria de proteínas podría ser determinante en el cuidado de la masa muscular en personas mayores. Estudios han demostrado que a la hora del desayuno, es mejor que el consumo de proteínas sobrepasen la cantidad total diaria, esto puede influir de manera significativa en la masa muscular y la fuerza, los cuales son importantes para prevenir la sarcopenia.
Efectos del patrón de ingesta proteica en el desayuno

Los patrones de alimentación modifican profundamente los procesos fisiológicos involucrados en la síntesis de proteínas musculares. Se les realizó una prueba a 219 adultos mayores para explorar cómo la distribución diaria de las proteínas afecta la masa muscular. Los resultados mostraron una fuerza de presión manual superior cuando se consumen más proteínas en el desayuno en comparación con quienes concentran su mayor ingesta en la cena.
El grupo MG evidenció una aceleración positiva entre una mayor proporción de proteínas matutinas y una mejor composición corporal (r = 0,452) y fuerza (r = 0,383). Estos resultados mostraron que el metabolismo proteico puede responder de mejor manera en las primeras horas del día. La sensibilidad anabólica del músculo, estimulada por el consumo matutino, parece ayudar a la preservación de la masa magra, siendo una muy buena opción para contrarrestar la pérdida muscular relacionada con la edad.
En resumen, la evidencia apunta a que distribuir adecuadamente las proteínas e incluir una cantidad sustancial en el desayuno puede ser más beneficioso que concentrarlas al final del día.
Diferencias según frecuencia y cantidad de ingestas
El estudio también examinó cómo influye la cantidad de comidas con suficiente proteína. En mujeres mayores, consumir proteínas en tres comidas diarias se correlacionó con mejores indicadores musculares, frente a quienes lo hacían solo en una o dos.
Cuantas más comidas contengan una cantidad adecuada de proteína , más sustentable resulta el estímulo anabólico a lo largo del día. Esto apoya la hipótesis de que no solo importa el total diario, sino la frecuencia y distribución equitativa de las ingestas. Una dieta dispersa en aportes proteicos constantes evita periodos catabólicos prolongados, lo que se traduce en una mejor conservación del tejido muscular.
Este patrón de distribución podría además optimizar la síntesis proteica postprandial , ayudando a mantener la funcionalidad física y prevenir la fragilidad en la población anciana.
Efectos del consumo matutino vs nocturno
En el ensayo de intervención, se suministraron 10 g de proteína de leche por la mañana o por la noche durante 12 semanas. Los resultados fueron claros: los sujetos que la consumieron por la mañana lograron un aumento de masa muscular significativamente superior al grupo nocturno.
Estas diferencias sugieren una mayor eficiencia metabólica matutina , posiblemente relacionada con los ritmos circadianos del metabolismo y la respuesta anabólica muscular. El consumo nocturno, por el contrario, podría coincidir con una menor activación de las vías de síntesis muscular.
De forma general, el cuerpo parece aprovechar mejor las proteínas ingeridas a primera hora del día, reforzando la recomendación de priorizar un desayuno rico en proteínas como parte de la estrategia nutricional para adultos mayores.
Los horarios de comidas con base en proteínas actúa de forma notable en la masa muscular de los adultos mayores. Al incluir una fuente de proteínas abundante en el desayuno ofrece beneficios más altos que concentrarla en la cena, mejorando la fuerza, masa muscular y una mejor calidad de vida.
Referencia:
- National Library of Medicine/Supplementation of Protein at Breakfast Rather Than at Dinner and Lunch Is Effective on Skeletal Muscle Mass in Older Adults. Link
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