Los retos entre los amigos son bastante común y suele terminar en algunas risas mutuas, sin embargo, hay momentos en los que hay que poner un alto y es preferible quedar como un tonto que arriesgar su propia vida. Por desgracia, Sam Ballard no pensó así y decidió comerse una babosa porque sus amigos lo retaron y, tristemente, lo pagó de la peor forma.
¿Cuál es la historia de Sam Ballard, el chico que se comió una babosa?
La extraña muerte del hombre australiano de 29 años en 2018, levantó muchas banderas rojas en todo el mundo sobre lo que podrían estar haciendo nuestros hijos, hermanos o familiares con sus grupos de amigos.
Todo esto comenzó en 2010, cuando Sam Ballard estaba en una fiesta y se comió una babosa en un reto. Jimmy Galvin, amigo de Sam, declaró que estaban sentados tomando vino, tratando de actuar como adultos cuando una babosa apareció frente ellos. Salió el tema y el chico preguntó “¿Me la como?” Y, de repente, se la llevó la boca.
Todos se fueron de la fiesta y Sam parecía estar bien, hasta unos días más tarde. Fuertes dolores aparecieron en sus piernas, llegando al punto en el que tuvo que ir al médico. Fue ahí cuando llegó la bomba: la babosa le infectó con el gusano pulmonar de rata.
Este es un parásito llamado científicamente Angiostrongylus cantonensis y se puede transmitir a caracoles y babosas, quienes a su vez, pueden transmitirlo a humanos. Una vez ingerido, el gusano penetra el intestino, atravesando el sistema nervioso y entra al revestimiento externo del cerebro.
La mayoría de las personas pueden recuperarse por sí solas de la infección, según explica los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, o CDC por sus siglas en inglés. Pero hay ocasiones donde el parásito puede provocar una forma poco común de meningitis y manifestarse como un dolor de cabeza, rigidez en el cuello, hormigueo o sensación de dolor en la piel, fiebre baja, náuseas y vómitos.
Ballard desarrolló una especie de meningitis llamada meningoencefalitis eosinofílica, que lo puso en estado de coma durante 420 días. Cuando despertó, tenía daño cerebral que, en principio, le hacía incapaz de mover sus extremidades. Aunque recobró algo de movimiento, terminó tetrapléjico, sufría de convulsiones y requirió atención permanente que su madre, Kate Ballard, le facilitó.
Sus amigos y familiares estuvieron con él todo el tiempo hasta que falleció, diciéndole a su madre que la amaba.
¿Qué es la enfermedad que transmite la babosa?
El caso de Ballard es muy atípico, pero los brotes recientes de gusanos pulmonares de rata han generado una nueva conciencia sobre el diminuto parásito que transmiten las babosas.
Esta infección se ha diseminado a más de 30 países, incluyendo Estados Unidos. Existen al menos 2.800 casos de gusano pulmonar de rata en todo el mundo. En Hawái, provocó pánico en 2017, cuando docenas de casos fueron documentados en todo el estado. En promedio, las islas informaron de una a nueve infecciones por año, con dos muertes relacionadas desde 2007, explicó el Departamento de Salud de Hawái.
La transmisión empieza cuando una rata escupe las larvas del gusano y luego se las traga. Después, las larvas pasan por el sistema digestivo y salen a través de su excremento. Las babosas o los caracoles sirven como huéspedes intermediarios al comer los residuos expulsados por la rata y contraen el parásito.
Cuando una rata se come uno de estos gasterópodos infectados, el ciclo de vida del gusano se renueva. Las larvas madurarán hasta convertirse en adultos de dos milímetros de largo dentro del cerebro, antes de viajar a sus pulmones a través de las arterias pulmonares y finalmente reproducirse.
Los seres humanos y otros animales también pueden enfermarse si comen una babosa o caracol infectados. Las personas que consumen gasterópodos deliberadamente son instadas a no comer alimentos crudos o poco cocidos. La infección accidental se puede producir por consumir los productos sin lavar que contienen una babosa o caracol infectados, incluso su baba. Con menos frecuencia, los cangrejos, camarones o ranas infectados también pueden transmitir el parásito, así como el agua contaminada.
¿Puede la babosa enfermarte de gravedad?
En el sitio noticias hawaiano Civil Beat, una mujer declaró que podía sentir los parásitos moviéndose en su cerebro. La sensación es como si alguien le abriera la parte superior de su cabeza, coloca una plancha caliente dentro de su cerebro y presiona el botón de vapor. Así que la respuesta es sí, puede enfermarnos de gravedad.
En ocasiones, los médicos realizan una punción lumbar para detectar la enfermedad, aunque no hay pruebas de que el gusano pulmonar de rata y los intentos de crear una prueba para los anticuerpos asociados a su infección muestren resultados decisivos.
La infección dura de una a dos semanas, con un período de incubación de una a tres semanas. No existe un tratamiento estándar, aunque en ocasiones se recetan antibióticos, analgésicos y esteroides para controlar los síntomas. Según los CDC, la mayoría de los gusanos mueren sin tratamiento, aunque los parásitos moribundos pueden desencadenar una respuesta inmune dolorosa. También hay que resaltar que la enfermedad no se contagia de humano a humano.
Así que, si algún amigo te reta a comerte una babosa, ten presente siempre a Sam Ballard y recuerda que pueden transmitirte una infección sumamente peligrosa y dolorosa. Por ello, antes de hacer algo por quedar bien con los demás, piensa primero en ti mismo.
