Un equipo de ingenieros del MIT ha desarrollado una novedosa manera de generar electricidad, empleando para ello pequeñas partículas de carbono que crean corriente eléctrica al interactuar con un solvente orgánico en el que están flotando. Las partículas están hechas de nanotubos de carbono triturados (azul) recubiertos con un polímero similar al teflón (verde).
Al respecto, los investigadores dijeron:
“La energía generada mediante la interacción de las partículas de carbono y el líquido solvente, podría ser utilizada en el impulso de reacciones químicas o para impulsar robots a micro o nanoescala”.
Michael Strano, profesor de ingeniería química en el MIT, comentó:
“Este mecanismo es nuevo y esta forma de generar energía es completamente nueva, esta tecnología es intrigante porque todo lo que tiene que hacer es hacer fluir un disolvente a través de un lecho de estas partículas. Esto te permite hacer electroquímica, pero sin cables”.
En un novedoso estudio en el que se describe este proceso, el equipo de investigación demostró que la energía generada puede ser utilizada en el impulso de la reacción conocida como oxidación del alcohol, reacción química orgánica con gran importancia en la industria química.
El artículo en el que Strano es el autor principal, ha sido publicado en Nature Communications.
Fue gracias a la investigación de Strano sobre los nanotubos de carbono, átomos, propiedades eléctricas etc, el que este novedoso descubrimiento ocurriera.
La investigación llevada a cabo por Strano y sus estudiantes los llevó a descubrir una característica relacionada de los nanotubos de carbono. Descubrieron que cuando parte de un nanotubo se recubre con un polímero similar al teflón, se crea una asimetría que hace posible que los electrones fluyan de la parte recubierta a la no recubierta del tubo, generando corriente eléctrica.
Al respecto, Strano dice:
“El solvente quita electrones y el sistema intenta equilibrarse moviendo electrones.
No hay una química de batería sofisticada en el interior. Es solo una partícula, la pones en solvente y comienza a generar un campo eléctrico “.
Proyectando el trabajo futuro con este tipo de descubrimiento, Strano considera viable el que este tipo de generación de energía sea aplicada en la construcción de polímeros utilizando solo dióxido de carbono como material de partida.
El equipo de investigación mencionó que la energía puede ser utilizada en el impulso de robots a micro o nanoescala, e inclusive ha comenzado la construcción de robots a escala, los cuales podrían ser utilizados como sensores ambientales o de diagnóstico.
“La oportunidad de poder obtener energía del entorno que nos rodea para alimentar este tipo de robots es llamativa, eso nos indica que no es necesario la instalación de un almacenamiento de energía”, menciona Strano.
La financiación por parte del Departamento de Energía de EE.UU y una subvención inicial por parte de la Iniciativa de Energía del MIT, permitieron que está investigación fuese posible de llevarse a cabo.
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