Arañas saltarinas pueden distinguir entre objetos animados/inanimados.

En un estudio realizado por la Universidad de Harvard se observó que las arañas saltarinas (Menemerus semilimbatus) tienen una peculiar habilidad: pueden diferenciar entre objetos animados e inanimados.

En el reciente estudio de la Universidad de Harvard publicado en PLOS Biology, se menciona que la percepción de las señales de movimiento biológico en el entorno, son fácilmente identificables para ellas, gracias a la composición interna de sus globos oculares.
Este tipo de arácnidos poseen un mecanismo observado solamente en vertebrados, y a pesar de su diminuto tamaño se ha detectado que poseen la capacidad para identificar los elementos animados del entorno.

En el estudio llevado a cabo se colectaron 60 ejemplares como muestra de investigación en un entorno controlado, los ejemplares tenían comportamiento distinto cuando se les presentaba objetos diversos, tanto estáticos como en movimiento.
De acuerdo a los autores de la investigación, “los resultados obtenidos demuestran claramente la capacidad de las arañas saltarinas para diferenciar las señales de movimiento biológico”.

Massimo De Agrò, biólogo, dice al respecto:

“Esto se debe a la presencia de un sistema fino de detección de movimiento. Como éste es un campo nunca antes explorado en invertebrados, esta estrategia de procesamiento visual podría estar presente en una diversidad amplia de especies en las que todavía no se ha identificado”.

El estudio indica que esta estrategia de discernimiento es un elemento fundamental para  la subsistencia de los arácnidos, ya que les otorga herramientas para detectar posibles depredadores y así ponerse a salvo.

Aunque los investigadores tenían conocimiento de la agudeza visual de las arañas saltarinas, los sorprendió la respuesta de los ejemplares ante las animaciones digitales que les presentaron durante el estudio.

Al igual que otras especies las arañas saltarinas poseen 8 ojos, y una visión tetracromática.
Durante una prueba, el grupo de biólogos de Harvard presentó a los ejemplares una animación de 11 puntos, en ella se simulaban las articulaciones de un arácnido.
Estos puntos tenían movimientos sincronizados de manera similar al movimiento de ellas mismas, a pesar de no haber ninguna analogía física con ninguno de los ejemplares, los ejemplares de la investigación reaccionaban frente a los movimientos.

Los investigadores observaron que los ojos secundarios (detrás de los más grandes en la cabeza) no poseen la misma agudeza visual que los ojos principales, sin embargo esto les permite poseer una visión de 360°.

Cuando las arañas saltarinas reconocían un objeto extraño realizando movimientos, solían intentar escapar, en algunos casos se observaban confundidas.

El equipo de investigación dijo al respecto:
“Las pruebas llevadas a cabo, y los resultados obtenidos son suficiente indicador para detectar que reconocían los elementos en movimiento frente a sí, y que tenían una respuesta natural como método de defensa”.

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