Finalmente después de décadas de espera, este 25 de diciembre se lanzará el telescopio espacial James Webb. Debido a sus características avanzadas de observación, presume ser el observatorio espacial más poderoso jamás construido por la humanidad.
Su objetivo es ayudar a los investigadores a responder preguntas fundamentales sobre el Universo. El telescopio espacial James Webb tendrá la capacidad de mirar hacia atrás en el tiempo en aproximadamente 13 mil millones de años.
1.- Espejo gigante de oro
La pieza central del telescopio es su enorme espejo primario, una estructura cóncava de 6.5 metros de ancho, formada por 18 espejos hexagonales. Están hechos de berilio recubierto de oro, optimizados para reflejar la luz infrarroja de los confines del universo.
El observatorio cuenta con cuatro instrumentos que en conjunto cumplen dos propósitos principales: obtener imágenes de objetos cósmicos y espectroscopía: descomponer la luz en longitudes de onda separadas para estudiar las propiedades físicas y químicas de la materia cósmica.
El espejo y los instrumentos están protegidos por un parasol de cinco capas, que tiene la forma de una cometa y está construido para desplegarse al tamaño de una cancha de tenis. Webb pesa tanto como un autobús escolar.
2.- Viaje alrededor del Sol
El telescopio se colocará en órbita a aproximadamente un millón de millas de la Tierra. A diferencia del Hubble, el principal telescopio espacial actual que gira alrededor del planeta, Webb orbitará el Sol.
Permanecerá directamente detrás de la Tierra, desde el punto de vista del Sol, lo que le permitirá permanecer en el lado nocturno de nuestro planeta. El parasol de Webb siempre estará entre el espejo y nuestra estrella.
Tomará alrededor de un mes llegar a esta región en el espacio, conocida como el segundo punto de Lagrange, o L2. Si bien se han enviado astronautas para reparar el Hubble, ningún humano ha viajado hasta la órbita planeada de Webb.
3.- Plegado de alta tecnología
El telescopio es muy grande para ser transportado en su configuración operativa, para lograrlo será transportado doblado al estilo origami. Su despliegue será una tarea desafiante, siendo este uno de los despliegues más abrumadores que jamás haya intentado la NASA.
Una vez en el espacio, 30 minutos después de su despegue el observatorio se someterá a un intrincado proceso de despliegue de un mes que la NASA ha apodado:
“29 días al límite”
Iniciando con la antena de comunicaciones, paneles y parasol, que involucra un mecanismo de 400 poleas y 1,312 pies de cable.
En la segunda semana abrirá el espejo llegando a una configuración operativa, en la cual enfriara y calibrara los instrumentos a bordo ajustando los espejos con alta precisión. Finalmente después de seis meses se encontrará listo para funcionar.
4.- La vida y el universo
James Webb tiene dos misiones principales, juntas representarán más del 50% de su tiempo de observación.
La primera es explorar las primeras fases de la historia cósmica, mirando hacia atrás en el tiempo hasta unos pocos cientos de millones de años después del Big Bang.
La segunda misión principal es el descubrimiento de exoplanetas, los cuales son planetas fuera del sistema solar. Esto incluirá investigar el potencial de vida en otros mundos mediante el estudio de sus atmósferas.
La gran promesa de Webb radica en su capacidad de infrarrojos.
La capacidad de infrarrojos que porta el James Webb permitirá la observación del universo primitivo envuelto en nubes para poder ser observado más claramente. Esto por que las longitudes de onda más largas del infrarrojo penetra el polvo espacial con mayor facilidad.
El infrarrojo también permite a los científicos retroceder más en el tiempo debido a un fenómeno llamado desplazamiento al rojo. La luz de los objetos más lejanos se estira a medida que el universo se expande, hacia el extremo infrarrojo del espectro.
5.- Décadas de desarrollo
La construcción del Telescopio espacial James Webb inició en 2004, retrasando su finalización en varias ocasiones por detalles relacionados al desarrollo.
Finalmente, es el logro de una gran cooperación internacional integrando instrumentos canadienses y europeos. Se calcula que más de 10,000 personas se vieron involucradas en el proyecto que tuvo un presupuesto elevado a alrededor de 10 mil millones de dólares.
La misión del Telescopio espacial James Webb es de al menos cinco años pero se calcula una vida útil de más de 10 años.