Una nueva investigación sugiere que la Tierra, la Vía Láctea y el universo local podrían estar dentro de un vacío cósmico de baja densidad de unos 2 mil millones de años luz de ancho. Este hallazgo, apoyado por el “sonido del Big Bang”, podría resolver uno de los mayores enigmas de la cosmología moderna.
El vacío cósmico y la tensión de Hubble

Desde hace décadas, los cosmólogos enfrentan un dilema conocido como la tensión de Hubble, la discrepancia entre las dos formas principales de medir la expansión del universo. Por un lado, las observaciones del fondo cósmico de microondas (CMB) —la primera luz del universo— indican una tasa de expansión más lenta. Por otro, las mediciones de supernovas y galaxias cercanas sugieren que el universo local se expande más rápido.
El investigador Indranil Banik, de la Universidad de Portsmouth, propone una solución sorprendente: que vivimos dentro de una “burbuja de Hubble”, una región de menor densidad que el resto del cosmos. Según Banik, esta diferencia haría que la materia se aleje más rápidamente, dando la ilusión de una expansión acelerada.
En su modelo, este vacío cósmico tendría un diámetro de 2 mil millones de años luz y una densidad 20 % menor que la media universal. Esto bastaría para explicar por qué las mediciones locales dan un valor mayor para la constante de Hubble.
Los datos observacionales respaldan parcialmente esta idea. Contar galaxias en el universo local revela una densidad más baja que en regiones más lejanas. Si la Tierra está realmente en el centro de este vacío, podríamos finalmente reconciliar las discrepancias cosmológicas sin alterar los principios físicos fundamentales.
El sonido del Big Bang respalda la hipótesis del vacío

El trabajo de Banik se basa en las oscilaciones acústicas bariónicas (BAO), ondas de sonido generadas poco después del Big Bang. Estas ondas se congelaron en el tejido del universo cuando los átomos neutros comenzaron a formarse, y hoy sirven como una “regla cósmica” para medir su expansión.
Al analizar dos décadas de datos BAO, Banik descubrió que el patrón de estas ondas se distorsiona levemente en presencia de un vacío local. Las velocidades inducidas por la baja densidad y los efectos gravitacionales aumentan el corrimiento al rojo, generando una aparente aceleración en la expansión.
“Demostramos que un modelo con vacío es cien millones de veces más probable que uno sin vacío”, afirmó Banik. Este hallazgo desafía el modelo cosmológico estándar ΛCDM (Lambda de materia oscura fría), que asume que el universo es homogéneo e isotrópico.
En otras palabras, el eco del Big Bang —su sonido primordial— podría estar revelando una distorsión en la estructura local del universo, una burbuja gigantesca que altera nuestras mediciones y comprensión del cosmos.
Un universo con vacíos: el próximo desafío cosmológico

El siguiente paso del equipo de Banik será comparar su modelo con otros escenarios posibles utilizando “cronómetros cósmicos”, como galaxias envejecidas cuya luz revela la historia de la expansión universal. Analizando sus poblaciones estelares y el corrimiento al rojo, podrán reconstruir cómo ha cambiado la velocidad de expansión a lo largo del tiempo.
Si las observaciones confirman esta hipótesis, el universo podría no ser tan uniforme como creíamos. En lugar de una red perfectamente homogénea, grandes burbujas de vacío cósmico y regiones de alta densidad podrían coexistir, afectando la manera en que medimos la energía oscura y la expansión cósmica.
El modelo de Banik también plantea una cuestión filosófica profunda: ¿y si nuestra posición en el cosmos es más especial de lo que pensamos? Estar cerca del centro de un vacío cósmico colosal alteraría no solo nuestras mediciones, sino también nuestra percepción del lugar que ocupa la humanidad en el universo.
El hallazgo de Banik sugiere que el sonido del Big Bang aún resuena en nuestra región del universo, revelando un posible vacío cósmico que podría resolver la tensión de Hubble. Si se confirma, estaríamos viviendo en una burbuja de baja densidad, un misterio que redefine nuestra comprensión del cosmos.
Referencia:
- Science Daily/The Universe may have already started slowing down. Link
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