Lo que parecía ser una simple broma universitaria, se convirtió en una controversia internacional, que involucró a la policía y autoridades universitarias, quienes comenzaron una investigación para encontrar al responsable ¿Pero de qué se trataba esta broma? Clavar una calabaza de lo más alto de la Universidad de Cornell, Estados Unidos.
La broma de la calabaza en la Universidad de Cornell
Durante una mañana como cualquier otra, los estudiantes de la Universidad de Cornell se aglomeraron para ver algo extraño en lo alto de la torre McGraw, de más de 53 metros de altura: una enorme calabaza.
Si bien es cierto que en aquel otoño de 1997, no existían los teléfonos inteligentes, ni las aplicaciones o redes sociales que permitirían compartir este hallazgo. Aun así, la broma que en principio parecía inocente y simple, comenzó a convertirse en un asunto nacional.
Las autoridades no podían evitar preguntarse quienes lo habían hecho, el por qué o incluso, cómo lo habrían hecho ¿Cómo habían escalado una torre de 53 metros sin que nadie se diera cuenta? Las interrogantes seguían acumulándose mientras los investigadores internos y externos seguían intentando descubrir quién lo había hecho.
Han pasado casi 26 años de ese suceso y las autoridades no tienen pistas sobre la identidad de los autores ni cómo consiguieron clavar la calabaza en el techo de la torre, lo que provocó cientos de teorías al respecto.
Algunos creen que fue el resultado de un lanzamiento hecho con una catapulta, aunque no hay pruebas que sostengan esas afirmaciones. Frente a esta situación, un ex alumno de la universidad, el periodista Farhad Manjoo, escribió un artículo en el que buscó descifrar la incógnita de una vez por todas. Este artículo estuvo en los diarios estadounidenses durante años.
El misterio de la calabaza en la torre McGraw
El reportero, quien actualmente tiene cerca de 45 años, habló en el 2000 con un trabajador de Cornell, quien dijo tener información sobre el caso. Según él, vivió con uno de los responsables en ese periodo. El hombre, quien dio un seudónimo para resguardad su identidad, dijo:
“Ahora que se ha marchado de la ciudad, no veo nada malo en aclarar cómo lo hicieron. Tengo detalles sobre la broma que no fueron divulgados por la policía de la U.C., y que podrían ser verificados por ellos para corroborar la veracidad”.
El hombre contó que tres amigos con los nombres ficticios de Kennedy, Reagan y Nixon, fueron quienes realizaron la broma. Solo el primero de los nombrados era estudiante de la universidad. Anteriormente, ya se había hecho otra broma parecida en una iglesia de su ciudad natal, por lo que cuando llegó a la casa de estudios, quiso replicarlo.
Finalmente explicó que, entusiasmado con esta idea, se acercó a sus otros dos amigos, quienes lo habían ayudado en la primera broma y les planteó la idea. Una propuesta que aceptaron rápidamente y se llevó a cabo tiempo después.
Tampoco existe forma de conquistar esta historia y todo parece que el misterio de la enorme calabaza en la cima de la torre McGraw de la Universidad de Cornell, seguirá sin resolverse por muchísimo más tiempo… si es que algún día se resuelve.
