Un hombre de 54 años fue llevado al departamento de urgencias presentando convulsiones y un estado de agitación extrema, después de consumir por error una botella de NOS Octane Booster, creyendo que era una bebida energética, de acuerdo al reporte del caso médico.

El informe médico del caso, publicado en el American Journal of Emergency Medicine, arroja luz sobre la peculiar elección de refresco del hombre. Al parecer, la novia del individuo contribuyó involuntariamente al incidente al proporcionarle la botella, que él ingirió bajo la falsa impresión de que era una inofensiva bebida energizante.

No se puede evitar preguntarse sobre las preferencias de sabor de las bebidas energéticas, ya que fue necesario que se desencadenaran las convulsiones para que el hombre se diera cuenta de su error. El NOS Octane Booster Racing Formula, generalmente destinado a autos de carrera y maquinaria agrícola debido a sus propiedades, contiene un compuesto llamado metilciclopentadienil manganeso tricarbonilo (MMT). Estudios en animales han demostrado que el MMT puede causar toxicidad pulmonar, convulsiones y daño en los riñones e hígado.

El equipo médico a cargo del cuidado del hombre expresó su sorpresa, ya que no había habido informes previos de ingestión humana de MMT. “El manganeso puede provocar síntomas parkinsonianos irreversibles debido al daño oxidativo en las mitocondrias de los ganglios basales. Se sabe significativamente menos sobre la toxicidad aguda del manganeso, pero no se han reportado convulsiones ni neurotoxicidad en los dos casos previos de intoxicación aguda por manganeso en humanos”, explicó el equipo. “Se ha postulado que el MMT en sí mismo o sus metabolitos son la causa de la neurotoxicidad en estudios con animales”.

Fue necesario sedar e intubar al paciente para controlar sus convulsiones. Después de cuatro días angustiantes, durante los cuales experimentó más convulsiones, finalmente pudo respirar sin asistencia.

Este incidente subraya la importancia vital de etiquetar los productos de consumo de manera responsable. Los artículos del hogar a menudo representan un riesgo de intoxicación no intencional, especialmente para los niños. Los autores del estudio enfatizaron la necesidad de evitar similitudes en el empaque entre productos tóxicos y no tóxicos, o entre alimentos y objetos no alimenticios, ya que la confusión puede tener consecuencias desastrosas.

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