El fallecimiento en directo de Raphaël Graven, el streamer conocido como Jean Pormanove (JP), ha conmocionado a Francia y al mundo del streaming. El creador de contenido de 46 años falleció durante un desafío extremo transmitido en Kick, conocido como “trash streaming”, en un contexto de humillaciones y abusos que ahora son objeto de investigación judicial.
La vida y el ascenso del streamer Jean Pormanove

Jean Pormanove fue un veterano militar que encontró en el streaming un nuevo camino, alcanzando más de un millón de seguidores en diferentes plataformas. Su estilo se caracterizó por el trash streaming, lo que básicamente es participar en retos extremos, algunos de ellos violentos y degradantes, que generaban tanto polémica como interés masivo.
Desde 2023 compartía transmisiones con streamers como Owen Cenazandotti (“Naruto online”) y Safine Hamadi, con quienes desarrolló dinámicas en las que frecuentemente era víctima de bromas pesadas, ataques físicos o escenas de humillación.
Su última transmisión, que duró casi 300 horas continuas, incluyó episodios como ser despertado con sopladores de hojas, motocicletas dentro de la habitación o cubos de agua arrojados sobre él. A lo largo del directo, se registraron donaciones de espectadores que ascendieron a 36.000 euros, lo que evidencia la presión económica y social detrás de estas prácticas.
En varios videos, el streamer hablaba de su deseo de dejar huella y de su anhelo de casarse y tener hijos, un tema que solía ser motivo de burlas de sus compañeros. Su muerte ha generado preguntas sobre la delgada línea entre entretenimiento y explotación.
El contexto del desafío y la investigación en curso

La fiscalía de Niza confirmó que se abrió una investigación judicial y que se realizará una autopsia para esclarecer las causas exactas del fallecimiento. Hasta ahora, no se han presentado cargos formales, aunque las autoridades ya revisan el historial de abusos y agresiones que sufrió Pormanove en sus transmisiones.
En la última emisión, los espectadores notaron que el streamer había dejado de moverse y comenzaron a enviar donaciones acompañadas de mensajes de alerta. Este detalle reveló la dimensión perturbadora del fenómeno: la audiencia financió un espectáculo en el que se borraban los límites de la dignidad humana.
Algunos de sus compañeros afirmaron que muchas escenas estaban “planeadas” o escenificadas, pero fragmentos de video muestran que Pormanove se quejaba de sentirse “prisionero” en esta dinámica. Incluso su madre, en una llamada, lo reprendió por dejarse humillar públicamente.
Por su parte, Kick, la plataforma donde se transmitió el directo, anunció que suspendió las cuentas de todos los involucrados y que colaborará con la investigación. La secretaria de Estado de Asuntos Digitales, Clara Chappaz, calificó lo ocurrido como “un horror absoluto” y pidió mayor regulación del streaming para evitar futuros abusos.
Consecuencias legales y el debate ético del streaming extremo

El caso de Pormanove ha abierto un debate sobre la responsabilidad de las plataformas digitales, los streamers y la propia audiencia. Aunque algunos incidentes pudieron haber sido acordados, la presión económica y emocional sobre un streamer vulnerable plantea la cuestión de si existió una forma de explotación encubierta.
Las autoridades francesas investigan si Cenazandotti y Hamadi, quienes ya habían sido detenidos brevemente en enero de 2025 por casos de humillación a personas vulnerables, incurrieron en delitos relacionados con maltrato o incitación a la violencia. Hasta ahora, ambos han negado responsabilidad directa en la muerte.
A nivel social, expertos en comunicación y psicología señalan que el trash streaming responde a la búsqueda de un público ávido de sensaciones fuertes, lo que genera dinámicas de riesgo para los creadores de contenido. Universidades y centros de investigación ya analizan cómo este tipo de contenidos pueden derivar en abusos sistemáticos, incentivados por donaciones y monetización en tiempo real.
La tragedia de Pormanove podría marcar un punto de inflexión en el debate sobre la regulación de contenidos digitales en Europa, especialmente en torno a plataformas emergentes como Kick, que han ganado terreno con modelos menos restrictivos que Twitch o YouTube.
La muerte de Jean Pormanove refleja el lado más oscuro del streaming: un espacio donde la presión económica, la violencia y la búsqueda de audiencia pueden sobrepasar límites humanos. Más allá del espectáculo, su caso obliga a replantear los límites éticos y legales del entretenimiento digital en la era de la hiperconexión.
Si quieres ver el video, te lo dejamos bajo tu propio riesgo. VIDEO
Referencia:
- BBC/Investigation into ‘horrifying’ death of French streamer. Link
- CNN/French streamer dies live online during extreme challenge. Link
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