Un terremoto en la antigua China acabó con más vidas humanas que cualquier otro evento natural o militar en la historia. El 23 de enero de 1556, en la provincia de Shaanxi, un sismo devastador cobró alrededor de 830,000 vidas. Fue una tragedia casi olvidada fuera de los registros históricos chinos, pero con un impacto difícil de dimensionar.

Una catástrofe natural sin precedentes
Aquel jueves de enero, la tierra tembló con una fuerza brutal en el noroeste de China. El epicentro se localizó cerca de la ciudad de Huaxian, y el evento fue causado por el deslizamiento simultáneo de las fallas de Weinan y Huashan. Con una magnitud estimada entre 8 y 8.3, no fue el terremoto más fuerte registrado, pero sí el que más muertes ha causado.
Aproximadamente un tercio de las víctimas falleció de forma inmediata, aplastadas por el colapso de edificios y viviendas-cueva, muy comunes en la región. En las semanas siguientes, enfermedades, hambre y desplazamientos agravaron la tragedia. Las estimaciones más aceptadas hablan de unas 830,000 muertes relacionadas con el desastre.
En una época en que la población mundial era menor a 500 millones, esta catástrofe representa una de las mayores pérdidas humanas en términos proporcionales. La escala del impacto es difícil de igualar, incluso comparada con tragedias modernas ampliamente documentadas.
Comparaciones con otras tragedias humanas
Para entender la magnitud del terremoto de Shaanxi, basta compararlo con otras catástrofes históricas. El bombardeo más letal, la Operación Meetinghouse sobre Tokio en 1945, causó unas 100,000 muertes en una noche. Las bombas de Hiroshima y Nagasaki, que marcaron un antes y un después en la historia bélica, dejaron 66,000 y 39,000 víctimas respectivamente.
El segundo terremoto más letal del que se tiene registro —el de Tangshan, también en China, en 1976— acabó con la vida de unas 655,000 personas. Y aunque las inundaciones del Yangtsé-Huai en 1931 pueden haber matado a más de 2 millones, esa cifra se alcanzó a lo largo de varios meses.
Lo que distingue al desastre de Shaanxi es su impacto repentino: una inmensa cantidad de muertes ocurrió en cuestión de horas. La región cambió para siempre en un solo instante, sin medios modernos de alerta, rescate o comunicación.
Una lección que casi nadie recuerda
Casi medio milenio después, el mundo aún no ha presenciado una pérdida humana tan concentrada como la que provocó el terremoto de Shaanxi. Sorprende lo poco recordado que es este evento en la memoria colectiva, especialmente frente a otras tragedias más recientes o más difundidas en Occidente.
Tal vez se deba al paso del tiempo, a la falta de registros precisos o al sesgo cultural. Lo cierto es que la historia está llena de desastres que han moldeado la humanidad sin ocupar titulares. Este caso nos recuerda cuán vulnerable puede ser nuestra especie ante las fuerzas naturales, y cómo muchas de nuestras lecciones más duras permanecen fuera del ojo público.
Aunque hoy mueren unas 170,000 personas cada día en todo el mundo, sigue sin haber un solo episodio natural que haya cobrado tantas vidas en tan poco tiempo como aquel terrible día de 1556 en el corazón de China.
Referencia:
- Shaanxi province earthquake of 1556. Link.
COMPARTE ESTE ARTICULO EN TUS REDES FAVORITAS:
Esta entrada también está disponible en:
Descubre más desde Cerebro Digital
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.