Un equipo de investigadores confirman haber encontrado los restos del Arca de Noé en Durupinar, Turquía. Aunque el hallazgo ha generado entusiasmo, la comunidad científica aún no lo valida. ¿Podría esta formación geológica cerca del Monte Ararat revelar uno de los relatos bíblicos más famosos?

El sitio Durupinar: ¿formación natural o vestigio bíblico?

Durupinar es una formación geológica ubicada a unos 22 kilómetros del Monte Ararat, en el este de Turquía. Su forma alargada y simétrica, de aproximadamente 164 metros de largo, coincide con las dimensiones descritas en la Biblia para el Arca de Noé. Este detalle ha sido clave para alimentar las especulaciones.

Los investigadores del proyecto «Noah’s Ark Scans» han utilizado tecnologías como el radar de penetración terrestre (GPR) para explorar la zona. Según sus reportes, han detectado estructuras angulares y materiales que podrían indicar actividad humana. Estos hallazgos han sido interpretados como posibles restos de una embarcación construida por el hombre.

Sin embargo, la comunidad científica se muestra escéptica. Geólogos y arqueólogos sostienen que Durupinar es una formación rocosa natural, producto de procesos geológicos comunes en la región. A lo largo de décadas, diversos estudios han concluido que no hay evidencia concluyente que respalde la hipótesis del Arca.

El debate persiste, y aunque los investigadores insisten en la importancia del sitio, aún no se ha alcanzado un consenso que permita validar sus afirmaciones.

Tecnología y evidencias: ¿qué se ha encontrado sobre el arca?

El uso de tecnologías avanzadas ha sido fundamental en este nuevo intento por localizar el Arca. Algunos escáneres GPR han logrado que los investigadores vean anomalías subterráneas que, según ellos, podrían corresponder a compartimentos o estructuras internas de una embarcación.

También, se han reportado fragmentos de materiales que algunos explican que pueden ser restos de madera petrificada o elementos de construcción. Estas observaciones han sido presentadas como indicios de que el sitio fue intervenido por humanos en tiempos antiguos.

Aun asi, los estudios independientes no han logrado replicar estos resultados. Las muestras analizadas no han demostrado tener origen artificial, y las supuestas estructuras podrían ser explicadas por fracturas naturales en la roca.

La falta de publicaciones científicas revisadas por pares también ha generado dudas sobre la validez de los métodos empleados. Sin una verificación rigurosa, los hallazgos siguen siendo considerados especulativos por la mayoría de expertos.

La postura científica y el impacto mediático

La comunidad científica intenta mantener una postura cautelosa. Para muchos arqueólogos y geólogos, el lugar de Durupinar no ofrece pruebas suficientes para ser considerado el lugar donde están los restos del Arca de Noé.

A pesar de ello, el tema sigue captando la atención de medios y público. Cada nuevo informe genera titulares y debates, alimentando el interés por uno de los misterios bíblicos más emblemáticos.

Los expertos insisten en que cualquier afirmación debe estar respaldada por evidencia verificable, análisis interdisciplinarios y consenso académico. Hasta ahora, estos criterios no se han cumplido.

El entusiasmo mediático contrasta con la prudencia científica. Mientras algunos celebran el posible hallazgo, otros recuerdan que la historia del Arca, más allá de su valor simbólico, requiere un enfoque crítico y basado en hechos.

El sitio Durupinar continúa siendo objeto de debate. Aunque algunos investigadores afirman haber encontrado el Arca de Noé, la falta de consenso científico mantiene el misterio sin resolver. Solo futuras investigaciones rigurosas podrán confirmar o descartar esta posibilidad.

Referencia: 

• International Business Times/Has Noah’s Ark Finally Been Found? Radar Sparks Biblical Buzz. Link