¿Una ciudad… para mascotas? Con cine, restaurante MeowDonald’s, habitaciones secretas para hámsters y arañas… y hasta un metro completamente funcional para gatos. Parece ciencia ficción, pero existe.

El responsable es el creador chino Xing Zhilei, conocido en internet como Xing’s World. Desde hace dos años, este apasionado del bricolaje y la ingeniería casera ha levantado Cat Town, una metrópoli en miniatura.

Todo comenzó con algo sencillo: un apartamento en miniatura para sus gatos. Tenía ascensor, timbre luminoso, televisión y hasta agua corriente. El nivel de detalle era tan alto que parecía un edificio humano reducido a escala felina y el internet se volvió loco.

Luego llegaron las primeras extravagancias: un refugio subterráneo para un hámster, y dentro de ese, una habitación aún más pequeña para una araña. 

Con el tiempo, Xing empezó a añadir más espacios, un mini robot de limpieza, un cuarto gamer repleto de zapatillas y figuras de colección.

Después dedicó dos meses a levantar un estacionamiento subterráneo con cámaras de seguridad, donde el guardia oficial era su perro Shiba Inu.

Y como sus mascotas estaban cansadas de la vida citadina diseñó una isla privada en miniatura con agua real y un horizonte pintado, inspirada en Cómo entrenar a tu dragón.

Cuando su gata tuvo siete crías, Cat Town tuvo que crecer aún más. Xing construyó un spa, un supermercado con carne real, un banco, un cine que requirió más de mil piezas impresas en 3D, una sala de billar y el ya famoso MeowDonald’s, decorado con luces de neón.

Una de sus creaciones más impresionantes es su metro funcional para gatos. Xing invirtió cuatro meses en este proyecto, enfrentando dos grandes retos: sincronizar las puertas del tren con las del andén y crear una escalera mecánica en miniatura. Logró ambas cosas, y el resultado es tan realista que muchos pensaron que era generado por computadora.

En un inicio, Xing lo hacía como una forma creativa de atraer clientes a la tienda de mascotas de su esposa. Con el tiempo, se convirtió en una pasión personal que combina ingeniería, amor por los animales y la alegría de ver a sus hijos disfrutar de lo que construye.

Hoy, Cat Town es un fenómeno viral seguido por millones en redes como Douyin, Bilibili y YouTube. Los comentarios abundan: algunos bromean que los gatos de Xing tienen mejor transporte público que muchas ciudades humanas, otros sueñan con visitar una versión a escala real de su obra.

¿Qué sigue para Cat Town? Cada vez que Xing termina un nuevo proyecto, surge la misma pregunta: ¿qué será lo próximo? Una biblioteca felina, un parque de diversiones, un aeropuerto para gatos… nadie lo sabe.