Un nuevo visitante interestelar pasará por nuestro Sistema Solar muy pronto. Se trata de un cometa procedente de otro sistema estelar que ha sido detectado por astrónomos, y su nombre es 3I/ATLAS. Este objeto, que viaja a gran velocidad, se suma a una exclusiva lista de viajeros interestelares que han cruzado nuestro vecindario cósmico. Su paso es breve, pero su valor científico es enorme.

¿Qué es 3I/ATLAS y por qué su descubrimiento es tan especial?

3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar jamás detectado atravesando nuestro Sistema Solar. Su nombre fue asignado por el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional. A diferencia de asteroides o cometas comunes, que se originan en el cinturón de Kuiper o la nube de Oort, 3I/ATLAS proviene de fuera de nuestro sistema solar, más allá del alcance gravitatorio del Sol.

Este cometa interestelar se mueve a unos 30 kilómetros por segundo, una velocidad extraordinaria que confirma su origen externo. Fue detectado proveniente de la constelación de Sagitario y actualmente se encuentra a aproximadamente 670 millones de kilómetros de distancia. Aunque su velocidad podría sugerir peligro, no representa amenaza alguna para la Tierra.

El objeto se mantendrá a más de 1,6 unidades astronómicas (unos 240 millones de kilómetros) de nuestro planeta. Su punto más cercano al Sol —conocido como perihelio— será alrededor del 30 de octubre de 2025, cuando se acerque a 1,4 unidades astronómicas (unos 210 millones de kilómetros), ligeramente dentro de la órbita de Marte. Esta trayectoria segura permite que los astrónomos lo estudien sin riesgo.

Comparado con los anteriores visitantes interestelares, 3I/ATLAS es el más grande detectado hasta la fecha. El primero fue el misterioso ‘Oumuamua en 2017, cuyo origen y naturaleza generaron teorías que iban desde lo natural hasta lo artificial. El segundo, 2I/Borisov, descubierto en 2019, era un cometa que permitió valiosas observaciones sobre la composición de cuerpos más allá de nuestro sistema solar.

Un mensaje interestelar: lo que 3I/ATLAS puede enseñarnos

La importancia de 3I/ATLAS no reside en su espectáculo visual —ya que solo será visible con telescopios—, sino en la oportunidad científica que ofrece. Este cometa es un fragmento congelado de otro sistema estelar. Estudiar su composición química y su comportamiento orbital puede revelar pistas sobre cómo se forman los planetas, los sistemas solares e incluso cómo evolucionan.

Cada partícula, cada molécula de gas que emite, puede ser una reliquia de procesos que ocurrieron a millones o incluso miles de millones de años luz de distancia. A diferencia de los cuerpos del sistema solar, que tienen composiciones relativamente conocidas, un cometa interestelar puede revelar ingredientes exóticos o configuraciones inesperadas.

Este tipo de visitantes también permiten verificar o refinar modelos astronómicos. Por ejemplo, su trayectoria ayuda a entender cómo la gravedad de otros sistemas estelares —o incluso del medio interestelar— influye en los objetos expulsados hacia el espacio profundo. Su velocidad, su brillo y su forma también ayudan a calibrar instrumentos y teorías.

La NASA ha confirmado que 3I/ATLAS será visible desde la Tierra con telescopios al menos hasta septiembre de 2025. Luego pasará demasiado cerca del Sol para ser observado, pero podría reaparecer a principios de diciembre por el otro lado de nuestra estrella. Esa será otra oportunidad para recolectar datos cruciales antes de que desaparezca para siempre.

3I/ATLAS no se quedará, pero su paso breve nos ofrece una ventana privilegiada al pasado remoto de otro sistema solar. Como un mensaje en una botella cósmica, este cometa interestelar nos recuerda que el universo está vivo, en movimiento, y lleno de secretos esperando ser descubiertos.

Referencia:

• NASA/Comet 3I/ATLAS. Link