Pang Pha un elefante asiático algo exigente en el zoológico de Berlín se ha enseñado a pelar plátanos, pero solo lo hace con frutas que han madurado.
Según los investigadores, Pang Pha adquirió probablemente su habilidad al observar a sus cuidadores, aunque nadie le enseñó cómo hacerlo. Ella rompe la banana, sacude y recolecta la pulpa y desecha la piel.
Sin embargo, Pha no pela todos los plátanos. Cuando los investigadores comenzaron a observar, pensaron que sus preferencias eran completamente aleatorias. «Le ofrecimos plátanos a Pha durante semanas y no pelaba ninguna», escriben. Finalmente, descubrieron que ella selecciona ciertas bananas para pelar según su madurez. Por ejemplo, nunca pela bananas verdes o amarillo-verdosas, pero pela el 82% de las bananas amarillo-marrón «y la mayoría de las bananas marrones».
Normalmente, los elefantes comen bananas verdes y amarillas enteras, incluida la piel, pero rechazan las bananas marrones. Curiosamente, el comportamiento de Pha con las bananas también se vio fuertemente influenciado por el contexto social y no le gusta mostrar sus habilidades de pelar plátanos en presencia de otros elefantes.
Si bien los elefantes son conocidos por sus impresionantes habilidades cognitivas y sus trompas altamente hábiles, los investigadores señalan que no se sabe que los animales sean adeptos a pelar bananas. «Los elefantes africanos parecen capaces de interpretar gestos humanos de señalización y clasificar grupos étnicos humanos», escriben, «pero comportamientos de manipulación humana complejos como el pelado de bananas informado aquí parecen haber sido observados sólo raramente».
Intentando explicar las habilidades inusuales de Pang Pha, los autores informan que cuando ella llegó por primera vez al zoológico de Berlín en 1987, Pha fue criada a mano por los cuidadores, quienes «consistentemente la alimentaban con bananas peladas y las pelaban directamente frente a ella». Los investigadores sospechan que Pha simplemente adquirió la habilidad de pelar por «aprendizaje por observación».
